Era la Málaga de finales del periodo decimonónico. Picasso nació en la plaza de la Merced un 25 de octubre de 1881 y con nueve años se trasladó a La Coruña por motivos de trabajo de su padre, José Ruiz Blasco. Hoy, la Casa Natal recupera la infancia del niño Picasso a través de numerosos objetos personales, documentos y piezas que testimonian los primeros años de vida del pintor malagueño en su ciudad natal, así como refleja la Málaga y la España de aquella época.

Pablo, Diego, José, Francisco de Paula, Juan Nepomuceno, María de los Remedios, Cipriano de la Santísima Trinidad son los nombres que le impusieron al bebé, según recoge el acta original de bautismo, cedida por el Obispado de Málaga, que cuenta que fue bautizado en la parroquia de Santiago el día 10 de noviembre de 1881 «un hijo legítimo de José Ruiz Blasco y María Picasso».

Uno de los documentos más variopintos es el último examen que el maestro malagueño realizó en su ciudad natal antes de marcharse a tierras gallegas. Fue en el Instituto Gaona el 25 de junio de 1891.

En el texto, que curiosamente consta que Picasso tiene diez años cuando realmente eran nueve, el pintor hizo un dictado: «Facil es indicar como la moral penetra todas las esferas de la vida , abrazandolas en un completo organismo». A continuación, realizó la división del número 8.769 entre 349, con un resultado de 25. El tribunal puntuó la prueba con un aprobado a pesar de que el niño olvidó tildar palabras en el dictado y extraer los decimales en la operación aritmética.

El Archivo Municipal ha cedido de forma temporal el censo de la ciudad de 1885, donde aparece la inscripción de la familia Ruiz Picasso, incluyendo a Pablo, de 3 años, y a José, de 1 año, un hermano de Picasso que nunca existió.

Picasso visitó Málaga por última vez en el año 1901 y contempló los restos del naufragio de la corbeta Gneisenau en el puerto malagueño, que trasladó a un dibujo a carboncillo, que posee el Museo Picasso de Barcelona y que la Casa Natal expone una reproducción.

El recorrido expositivo concluye en la sala Picasso y España, en la que se muestra el vínculo más andaluz y flamenco del pintor malagueño con su país. En esta parte de la muestra se exhibe la única réplica de la capa española (cedida por Capas Seseña) que el torero Luis Miguel Dominguín regaló al artista; una prenda predilecta de Picasso hasta tal punto que, al fallecer el 8 de abril de 1973, su viuda, Jacqueline Roque, decidió que le acompañara para siempre.