El Hotel Escuela Santo Domingo de Archidona (C/ Santo Domingo s/n) inaugura hoy Viernes las tradicionales jornadas gastronómicas de Tiempo de Cuaresma, en las que ofrecerá menús especiales en los que desaparece la carne por tradición religiosa y aparecen pescados, verduras y dulces. El precio para disfrutar de estos manjares es de 20 euros.

Las jornadas se desarrollarán los viernes 14, 21 y 28 de marzo y los días 4 y 11 de abril en las instalaciones del Hotel Escuela Santo Domingo de la localidad malagueña. Además, como novedad, la experiencia se trasladará también a Málaga capital, el 28 de marzo en Palacio Monte Miramar.

Alrededor de 500 comensales La iniciativa prevé atraer en esta quinta edición a alrededor de 500 comensales, según explicó el director del centro, Antonio Carrillo, quien destacó la importancia de extender esta actividad a Málaga, ya que permitirá multiplicar su difusión e incrementar el público asistente.

Se ofrecerán platos como caldillo de pintarroja con almejas y limón, potaje de vigilia, bacalao frito con tomate, milhojas de pestiño y leche frita, porrilla de setas y patatas o torrijas de brioche piñonate, crema de especias y almendra amarga, entre otras especialidades.

Gastronomía andaluza La gastronomía andaluza es un buen reflejo de lo que es una de las enseñas de nuestra tierra, la diversidad. Infinidad de sabores que hunden sus orígenes en el pasado árabe de Al Andalus. La gastronomía de la región más meridional de España viene determinada, sin duda, por su excelente clima, por sus largas horas de sol y su cercanía al mar. Los cultivos de secano, la ganadería, la pesca y, sobre todo, el aceite de oliva, hacen de la cocina andaluza una delicia propia de los más paladares más exigentes.

La cocina andaluza es el resultado de la combinación de la cocina árabe, la tradicional cultura mediterránea del olivo y la vid y los productos y condimentos procedentes de América. Se trata de un recetario anciano y nuevo, plagado de restos arqueológicos que habitaron las tierras andaluzas, como los salazones de pescado de los fenicios, el aceite de oliva y la variedad de verduras de romanos y árabes, las especies y frutos secos de éstos últimos, la adafina judía hoy conocida como puchero o los productos llegados de América.

Andalucía cuenta con 27 Denominaciones de Origen entre las que se encuentran las más antiguas de España, las de Málaga y Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. Además, existen siete Denominaciones Específicas (equivalentes a las Indicaciones Geográficas Protegidas) y 13 Vinos de la Tierra.

El aceite de oliva es el ingrediente principal de la cocina y el máximo responsable de la dieta mediterránea, siendo Andalucía la primera productora de este producto en el mundo y Jaén la provincia olivarera por excelencia. El virgen extra es el aceite más preciado y el único que no se refina, forma parte del desayuno tradicional andaluz a base de pan con aceite y se suele utilizar también para la repostería, así como en el plato más universal por su valor alimenticio y su fácil preparación, como es el gazpacho.

En cuanto a los vinos, Andalucía está ligada a estos preciados caldos desde los inicios de la historia y actualmente existen cuatro denominaciones de origen vinícolas, como son Jerez, Montilla-Moriles, Montes de Málaga y Condado de Huelva. Entre las características de la personalidad de los vinos andaluces destaca la elevada graduación alcohólica y alto contenido en azúcares.

Así, los más originales son el fino y la manzanilla, asociados a la denominación de Jerez, aunque la producción de la zona no se limita a estos vinos, ya que las cuatro variedades de uvas que se cultivan y el envejecimiento en criaderas y soleras proporciona una gama amplia y rica que comprende amontillados, olorosos y dulces. Personalidad distinta tienen los vinos de Montilla-Moriles (Córdoba), región vitivinícola cuya historia se remonta a más de 200 años y cuya principal variedad es el Pedro Ximénez, con el 90% producción. En la provincia de Málaga se dan los vinos dulces, aunque en los últimos años los tintos de los Montes y de la Serranía de Ronda empiezan a tener mayor presencia en los mercados; mientras que los vinos de El Condado en Huelva se centran sobre todo en los blancos jóvenes.

La región, debido a su extenso litoral, cuenta con una cocina marinera de gran prestigio, que se caracteriza porque sus platos están pocos especiados para preservar el sabor del pescado. Hay lugares míticos de la cocina marinera, como las cazuelas en Almería, la fritura y espetos de sardinas en Málaga, el marisco y pescado de roca en Cádiz, y los mariscos y moluscos, con la coquina como producto estrella, en Huelva.

Hay que resaltar especialmente al jamón ibérico o ´pata negra´, que se produce especialmente en la provincia de Huelva y está distinguido con la Denominación de Origen, con extensiones en Sierra Morena (Córdoba), Serranía de Ronda (Málaga), en la Sierra Norte de Sevilla y en las sierras de Cádiz. Además, en Trevélez, el pueblo situado a mayor altura de España en la cumbre de Sierra Nevada, se da otro jamón de gran calidad que también está defendido de imitaciones por la Denominación de Origen.

También son de gran valor los quesos de Andalucía, entre ellos los serranos de la Serranía de Ronda, de la subbética cordobesa, de los montes de Málaga y Almería o de la sierra de Grazalema en Cádiz; así como la repostería es una de las aportaciones gastronómicas más importantes de Andalucía y que se caracteriza por la influencia árabe y judía.

En los últimos tiempos, nuevos nombres de la gastronomía andaluza están demostrando que la oferta culinaria de esta tierra puede estar sin ningún tipo de complejo a la altura de las cocinas más importante y renombradas, no sólo de este país, sino de las del resto de Europa. Daniel García, José Carlos García o Daniel Álvarez son sólo un ejemplo de cómo situar a la cocina andaluza entre las mejores del continente conservando en los fogones las raíces de la cocina de esta tierra como base sólida a la hora de realizar sus revolucionarias creaciones.

Hoy en día, los restaurantes andaluces, entre ellos los establecimientos reconocidos por la prestigiosa Guía Michelín en su última edición, hacen justicia a una región española que, contando con todas las materias primas en cuanto a productos alimenticios se refiere, pugna por situarse como referencia en el panorama culinario internacional como uno de los destinos más atractivos para el turismo gastronómico.