La sala Tragasueños ya lleva más de una década en Málaga €trece años, concretamente€ y es, sin duda, una experiencia onírica e ilusionante que todo niño debiera vivir aunque fuera una vez. Creado por la madrileña afincada en la ciudad Ángela López Urbano, es, principalmente, una sala donde se celebran cumpleaños. Y ustedes dirán, ¿pero qué tiene de innovador? Y yo les diría que absolutamente todo: desde que uno baja por las escaleras ya entra en otra dimensión; el decorado de una sutileza total, el ambiente, la iluminación...

Todo está pensado para que el espectador comience a soñar. Tuve la suerte de presenciar un cumpleaños y ver cómo niños de entre 4 y 8 años disfrutaban de un relato lleno de magia, con los ojos muy abiertos y expectantes ante lo que sucedía en el escenario. Por cierto, hablamos de historias improvisadas en su mayor parte, que se van creando con la interacción del público y, muy importante, basadas en la técnica del teatro negro €funciones realizadas a oscuras, con el juego entre luz y sombras como uno de los grandes protagonistas€.

El origen de Tragasueños se remonta a la infancia de Ángela, pero pasarían muchos años antes de materializarse: «Ya de pequeña destacaba por tener una imaginación desbordante, posiblemente por tener dos hermanos mayores y no poder jugar con ellos. Siempre estaba inventando mundos fantásticos de hadas, duendes y dragones», evoca la empresaria. Hija de torero y apoderado de Las Ventas, sus principales recuerdos están en las tardes en la plaza de toros y los domingos en la finca familiar en Cubas, al sur de Madrid. Al pasar el tiempo se casó, tuvo dos hijos €Matilde, su principal aliada en Tragasueños, y Miguel€ y comenzó el camino que la llevaría definitivamente a su actual proyecto: «En 1989 creé una empresa llamada Pamplinoplas, el comienzo de mi experiencia con los niños y con el teatro de luz negra. En Madrid fue un rotundo éxito y al poco tiempo tuve que abrir otro local en Lagasca, también en la capital».

Pero llegó el año 1992 y su venida a Málaga: «Me mudé aquí porque mi marido y yo pensamos en un cambio de vida al sur; siempre nos había gustado mucho, ya que siempre hemos veraneado en las playas de Cádiz, y conocía bien el sur». Pero también llegó el divorcio y con él el inicio de Tragasueños, en principio con una socia pero después por su cuenta y riesgo: «Me acababa de separar y la idea de embarcarme en esta empresa me daba un poco de vértigo, pero algo en mi interior me decía que adelante. Un día, paseando por la feria del libro infantil cayó en mis manos un libro de cuentos de Michael Ende, uno de mis escritores favoritos de literatura para niños y al hojearlo leí el título de uno de sus cuentos, Tragasueños; el nombre me empujó sin dudarlo a montar la empresa», nos cuenta Ángela.

Por supuesto, levantar una idea así no es un cuento de hadas. «Gracias a la ayuda de mi familia y de mi exmarido pude empezar a gestionarlo; recibí muy poca ayuda de la administración, pero creía firmemente en la idea y seguí con dificultades hacia delante».

Comenta López que otro de los obstáculos a los que se tuvo que enfrentar fue lo tradicional que es el público malagueño: «Aquí no estaban acostumbrados a lo que Tragasueños ofrecía... Teatro negro y sala alternativa cultural para niños, este concepto costó un poco, pero en cuanto venían rápidamente se corrió la voz y empezamos a funcionar con éxito», asevera Ángela, quien añade: «Al principio entraban en Tragasueños y preguntaban dónde estaban las bolas para que los niños saltaran; eso sí, cuando lo van conociendo hay una respuesta muy positiva. Además, la nueva generación de padres son más conscientes de la cultura para los niños y para ellos mismos».

Tragasueños ha seguido soñando e incorporando propuestas, como los talleres de teatro negro, teatro para adultos y, próximamente, una obra basada en la infancia de Pablo Picasso. Porque la crisis económica, que claro que ha afectado, no ha mermado la creatividad de Ángela, una actitud que hace que su empresa pueda mantenerse y siga creciendo: «Creo que cada persona lleva sueños en su interior de lo que le gustaría hacer o dedicarse en su vida; en mi caso mi sueño me ha llevado adonde estoy ahora. Es duro porque la parte empresa y números me cuesta muchísimo pero el mundo creado en Tragasueños creo que estaba dentro de mí desde que era niña», declara la empresaria.

Ángela, una amante de la literatura y que disfruta del cine y los conciertos cuando Tragasueños se lo permite, tiene mucho que decir sobre la cultura en Málaga. «La cultura es un asunto de educación: si desde pequeños acostumbras a los niños a la cultura, serán adultos con muchas ganas de espacios culturales y cultura en general. En ese sentido Málaga va despacio, aunque cada vez se respira más cultura aquí». Y todo gracias a emprendedoras como ella, personas a las que ofrece un valioso consejo: «Sigue tu sueño, no te desvíes... Cuando algo nace de dentro sigue adelante y si te encuentras piedras, que te las encontrarás y caerás, levántate... Te aseguro que al final se hace tangible» declara con firmeza.