­Cuando alguien imagina a Marbella inmediatamente piensa en fiesta, playa y lujo. Sin embargo, un evento cultural se dispone a crear un nuevo aspecto definitorio, al menos durante un pequeño tramo del verano. Hablamos del arte. Hablamos de Art Marbella. Así, el Palacio de Congresos acogerá hasta el próximo 3 de agosto a artistas de diversas procedencias geográficas que expondrán y venderán sus obras a un nutrido grupo de coleccionistas que frotan sus manos de alegría, y rechinan sus dientes de impaciencia, ante unos precios que van entre los 1.500 euros y el millón. ¿Tendrá la Costa del Sol su particular y estival versión de ARCO? ¿Una cita que por fin conciba en nuestra provincia el arte como una posibilidad de negocio y no sólo como un objeto de exposición?

El comprador de arte no estará solo, pues el principal objetivo de esta feria es atraer al mayor público posible, sin importar el nivel adquisitivo: «Es una excelente oportunidad para apreciar arte, para aprender, para entrar en contacto con los artistas y con las obras. En ese sentido las ferias se han convertido en grandes muestras de obras que por pocos euros puedes estar en el recinto viendo una gran diversidad», defiende Alejandro Zaia, director del evento.

Cerca de 40 galerías nutrirán Art Marbella, entre las que destacan algunas de renombre como la brasileña Baró Galería, la italiana FL Gallery o la londinense Narrative Projects. Artistas de gran prestigio internacional, también tendrán cabida, con obras de Ortegui, o del francés Nicolás Schöffer, padre del arte cibernético, que de forma inédita ha construido una exposición con algunos de sus trabajos más representativos.

Pero no todo van a ser grandes nombres. El arte emergente también tendrá un gran hueco dentro del recinto: «Va a haber muchas posibilidades de encontrar artistas jóvenes. Muchas galerías son de artistas emergentes o en mitad de carrera. Hay un proyecto comisariado, con una galería de jóvenes de Madrid, hay dos galerías italianas con artistas súper emergentes y buenísimos, entre otras» asegura Zaida.

Las expectativas de asistencia a la inminente feria de arte de Marbella se muestran muy positivas, gracias a distintos factores que juegan a su favor. Se debe tener en cuenta que nos encontramos en época vacacional, y que, en Marbella, existe una gran multiculturalidad que beneficiará la atracción del público, contando con los coleccionistas de la zona, que no se caracterizan por ser un sector escaso.

Además, a lo largo de la escaleta y la agenda de la cita artística se ejecutará un programa paralelo de actividades, que precisará de previa inscripción, consistente en la visita de varios de los dispares museos de la capital, como el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga o el Centre Pompidou Málaga, entre otra serie de propuestas.

De cara al futuro, Alejandro Zaia espera que el evento se perpetúe en el tiempo, lo máximo posible: «Este proyecto no es de solo un año, sino que lo hicimos con mucho esfuerzo y estamos dispuestos a quedarnos en esta ciudad durante mucho tiempo», matizó.