Una recreación histórica en la que participan más de 300 burgueños de todas las edades ataviados con indumentaria representativa de mediados del siglo XIX de la sierra de Ronda y que hacen las veces de actores y actrices en las 19 escenas que se vienen desarrollando desde el pasado viernes y hasta mañana lunes desde medio día hasta la madrugada.

Es la pionera de las recreaciones de la comarca que impulsa el AGDR Sierra de las Nieves y el propio ayuntamiento y que cada año va a más. El pueblo entero se moviliza desde hace cuatro años para reproducir la vida entre los vecinos y los famosos bandoleros.

Agustina sigue siendo la protagonista. Una ardiente y enamorada mujer llega a ser capitana de los bandoleros por su energía y resistencia ante los que se oponen en su relación con José, un mozo de una familia de bien, que termina pasándose al bando de los bandoleros por amor a Agustina después de pasar por difíciles vicisitudes. Una lucha de dos bandos entre tiros y muerte, extorsión y injusticias, secuestros y robos son los principales ingredientes de teatro en el que se mezclan la historia y la ficción. Este año, como novedad, se están desarrollando escenas interpretadas por niños y mayores. También se ha innovado con flamenco en directo en algunas se las secuencias, consecuencia de la afición al genero en el pueblo.

Pero Pasión Bandolera no es solo una recreación de un momento histórico sino una oportunidad para conocer a la gente afable y cordial del pueblo y a sus raíces. Igualmente a la gastronomía de la localidad a través de sus tascas y tabernas que representan a asociaciones y hermandades municipales dispuestas por todo el poblado que recrea la forma de vida de aquellos convulsos años.

La asociación de mayores de El Burgo en su stand ha preparado 600 docenas de «roscos tontos», 200 kilos para tortas o tortillas de masa con chocolate, té y café casero que se sirve en jarras de lata como antaño, cuentan las vecinas Antonia, Mari y Josefa. En la tasca de la hermandad nazarena se degustan los bollos preñados de exquisitos chorizos y morcillas serranas así como las primeras castañas pilongas asadas al fuego. Para este domingo preparan una gran paella con conejo, vinos de la tierra.

En el poblado también se han recreado unas cuadras, la iglesia del pueblo, una panadería, varias casetas dedicadas a la artesanía e incluso una fragua en la que se forjan afiladas navajas. La historia de este pueblo de la Sierra de las Nieves está íntimamente relacionada con el llamado el «último bandolero», Juan Mingolla Gallardo alias que recibió de su padre por manera peculiar de caminar. Un burgueño que tras regresar al pueblo de prestar el servicio militar en Cuba y tras algunas perdidas familiares se hace al monte.

Con los años se incrementa su carácter introvertido y difícil llegando a asesinar al guarda y al hijo de la finca El Chopo que lo denunció por caza furtiva. Este hecho lo perseguirá toda su vida hasta que la Guardia Civil tras varios altercados le quita la vida con 61 años en Sierra Blanquilla cerca de la cueva de Solpalmillo dónde se refugiaba.

@josemisepul