La trágica historia de un niño de 10 años que sufre un accidente que le deja en estado de coma puede parecer a priori una fatalidad sin salida. Sin embargo, Ángel Calvente ha sabido darle la vuelta y ha creado un vitalista relato de superación en Óscar, el niño dormido, un espectáculo de marionetas dirigido a los más pequeños. Calvente y su El Espejo Negro estrenará la función el próximo 19 de diciembre, y se podrá ver en el Teatro Cánovas hasta el 10 de enero antes de que la compañía represente esta obra en el festival de teatro para niños FETEN el 24 de febrero.

Dice Ángel Calvente que el coma es un asunto que ha tratado aquí con normalidad: «Hay que hablar de las cosas sin tabúes aunque siempre pensando que está dirigida a los niños». En este sentido, en su opinión, «Óscar es un canto a la libertad, a lo diferente, para que los niños entiendan que el coma no es el final. Se trata de seres humanos, que aunque no se expresen igual o no caminen bien, cuando te abrazan transmiten su energía porque siguen siendo los mismos... Y eso es muy importante».

Óscar es un niño malagueño que vive en el barrio de la Victoria y que a causa de un accidente queda en estado de coma durante nueve meses. Óscar está presente a lo largo de toda la obra, acompañado de una quincena de marionetas, como su hermana, su abuela y sus padres, que le hablan, le animan, le besan y acarician como si estuviera presente. Además de las escenas con estos personajes, en el espectáculo se intercalan proyecciones de vídeo para que los más pequeños entiendan todo lo que se habla en el escenario, y se presenta lo que sucede en la cabeza de Óscar durante el coma con personajes como el cardenal moratón o las neuronas. Todo un despliegue de imaginación y habilidad al servicio de una historia delicada pero finalmente positiva.

De alguna manera, una marioneta es un cuerpo aparentemente inerte, como una persona en coma, aunque sólo aparentemente, en palabras de Ángel Calvente. «La marioneta en sí tiene vida propia. Se ha de respetar mucho al personaje aunque sea de gomaespuma y esté inmóvil, porque mediante los actores -en Óscar, La Pili, José Vera y Noé Lifona- nace un feedback entre ellos que les da realmente la vida». Es lo que el jefe de El Espejo Negro define como «un conjunto de energías».

Más alicientes de Óscar, el niño dormido. La música está compuesta por Antonio Meliveo y en el show aparecen temas como la sevillana de Martirio 'Huevos con papas', la canción 'Hijo de la luna', de José María Cano, y 'No dejes de soñar', de Manuel Carrasco.