Una de las novedades que llevará aparejada la llegada de la Casa Chopera a la plaza de toros de La Malagueta será el cambio de la cuadra de picar. De este modo, por primera vez en su historia, los picadores emplearán equinos con procedencia francesa propiedad de Alain Bonijol.

El que fuera novillero galo ha supuesto toda una revolución en el tercio de varas por huir de los caballos percherones y apostar por animales mucho más ligeros y por tanto con más movilidad. Eso devuelve parte de la vistosidad y emoción que siempre tuvo; para lo que es precisa una doma mucho más cuidada, de la que él mismo se encarga en sus instalaciones de Franquevaux, en la Camarga.

Después de realizar todos los aspectos de la doma fundamental básica para un caballo, se encarga de enseñarles a aguantar y superar las embestidas de las vacas primero y después de un toro cinqueño. Este trabajo se realiza con los ojos destapados, ya que su propietario está convencido de que el caballo tiene que aguantar, moverse, volver y dominar situaciones comprometidas.

Otro de los elementos claves en el éxito de esta caballería (cavaliere en francés), es el uso de un peto diferente y que sigue un diseño creado por el propio Bonijol. Así, consideraba que de nada sirve aligerar el caballo si el peto seguía siendo tan pesado; por lo que se puso manos a la obra para crear uno basado en los materiales empleados para los chalecos antibalas.

El peso de este caparazón no supera los 30 kilos con los manguitos incluidos, pese a que garantiza la seguridad del animal, por lo que fue homologado en 1995 por el Gobierno de España. Posteriormente, la idea fue patentada y registrada en el Instituto Nacional de Protección Industrial.

La personalidad y el carisma de Alain Bonijol ha conseguido reunir a su alrededor a más de treinta personas que conforman la Asociación El Monosabio, y que se encargan durante la corridas de diferentes funciones para que tanto antes como durante la lidia no les falte de nada a estas figuras de cuatro patas que ya son conocidas hasta por sus nombres. Y eso que estos caballos de su cuadra salen a la plaza sin la compañía de los monosabios, que suelen permanecer en el callejón al menos que sea indispensable su presencia en el ruedo.

Con una trayectoria iniciada en 1990 (cuatro años después de la última comparecencia de Alain Bonijol en Las Ventas como novilleros), esta cuadra ha ido ganando presencia en la mayoría de las plazas del sur de Francia y cada vez más en cosos de primera categoría de nuestro país. Igualmente, las reticencias iniciales de los picadores a montar caballos tan livianos parecen haberse esfumado, y los elogios tanto de los profesionales como de la afición son constantes. La apuesta de la Casa Chopera de contratarla para todas sus plazas ha terminado de consolidarla.

Este cambio va a suponer el cese de la actividad de la cuadra de picar que hasta ahora actuaba en la plaza de toros de La Malagueta, la de los Hermanos Cedillo de Toledo. Además, éstos son herederos de la de Juan Romero, que durante décadas ha sido la encargada de aportar los equinos en este coso. Este empresario malagueño ha sido objeto hace unas semanas de un homenaje tributado por los organizadores del Trofeo al Mejor Puyazo; así como el pasado año fue reconocido por la Peña Cultural Taurina Veleña El Fandi con su premio anual.