Este viernes sonarán en el Balneario por primera vez las nuevas canciones de Dry Martina, algunos de los cortes que formarán parte de su tercer álbum. La formación liderada por los hermanos Laura y Rafa Insausti -con quienes hablamos en esta entrevista- se encuentra en pleno proceso de creación de su nuevo trabajo, un disco que supondrá un sustancial giro en su manera de hacer música, ya que confiesan haber perdido el miedo a bajar el ritmo de los temas y adentrarse en temáticas más profundas. Aseguran que los premios recibidos por sus anteriores discos, Momento Perfecto (2012) y Ahora! (2015), no les ha cambiado en mucho la vida: siguen autogestionando cada movimiento del grupo, desde la composición a la grabación, pasando por la contratación de los conciertos, el diseño de los carteles, las redes sociales... La banda, que completan Eric Pozzo (bajo), Jaime Fernández (trombón), Stefano Tomaselli (saxo) y Kiko Moya (batería), no estará hoy sola en el escenario: el grupo The Oddballs se encargará de meter en ambiente al público con su efectiva descarga de garaje y rock´n´roll y el disc jockey Carlito Brigante asumirá la animación antes (a partir de las 20.30 horas) y después de las actuaciones. La velada, en la que se proyectará en primicia el vídeo de Irremediablemente tú, estará plagada de sorpresas. Una de ellas: los primeros en llegar serán obsequiados con unas gafas de sol de Roberto Sunglasses como las que ellos lucen.

Se trata de un concierto especial, ya que presentáis parte de lo que será vuestro tercer disco.

Laura: Exacto. Vamos a estrenar varias canciones. De hecho, ya tenemos grabadas un par de ellas y después de que acabe el verano nos meteremos de lleno en el estudio.

¿Bajo qué ideas se está gestando el nuevo álbum?

Laura: La idea es no estar tan preocupados por la música para el directo. Olvidarnos un poco que somos un grupo de directo para empezar a ser un grupo de estudio. Y sin tener ese miedo de que las canciones de medio tiempo van a aburrir en los conciertos. Estamos haciendo canciones más redondas y que, además, hablan de amor. También antes teníamos miedo a hablar de este tipo de cosas y las letras iban más dirigidas a los aspectos más divertidos de la vida. Podríamos decir que este disco es un poco más maduro. No serio, porque somos poco serios, pero sí hemos dejado atrás esa etapa de ritmos tan subidos.

¿Han sido siempre los directos el termómetro de vuestras canciones?

Rafa: Es cierto. Antes nos preocupaba que las canciones tuvieran ritmo y baile para que los conciertos fueran divertidos. Ahora creo que la madurez ha entrado en nuestras vidas. No sé, también ha dado la casualidad de que los últimos temas que han llegado lo han hecho así. Uno no decide cómo vienen las composiciones. Lo mismo ahora comienzan a llegar seis o siete rocanroles. Pero es cierto que estas primeras que han llegado son más líricas en cuanto a letra y música.

Laura: No solo eso, sino que queríamos que la gente bailara nuestra música. Y ahora no sólo queremos eso sino que también queremos que la pongan en el coche o mientras cenan. Que no sea solo música para divertirse o de bailoteo. Ahora no nos da ese miedo a estar en otros momentos de la gente. Este disco está siendo en ese sentido más personal.

Más centrado en la música que os gusta a vosotros...

Laura: Sí. Dejando de pensar si gustará o no gustará y centrándonos en qué nos gustaría hacer a nosotros. Siempre esperando que eso también guste al público, claro.

Pues hablemos de vuestras nuevas canciones. ¿Cómo son?

Laura: El tema que hemos grabado con los músicos del Centro de Artes y Música Moderna (CAMM) se titula Irremediablemente tú. Es una canción que habla del amor, de querer a la otra persona con sus cosas buenas y sus cosas malas. Aunque cantado de manera un poco cómica. Lo mejor se refiere a la nueva tendencia de llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio y esas cosas. Le pegamos un pequeño tirón de oreja a los doctores que te quitan lo bueno de la vida. También presentaremos No muero de amor, que es una canción que me da miedo cantar, aunque me gusta mucho hablar del tema que trata, que es sobre amor, pero no ese amor romántico del que tanto hablan la literatura y la música. No es sobre ese amor por el que la gente muere sino un amor más consciente. Es el amor que a mí me parece más verdadero. Querer a la persona de manera libre. Dar lo mejor de uno para que la otra persona permanezca a tu lado el mayor tiempo posible. Y si no, pues adiós.

¿Recibir sendos galardones en los Premios de la Música Independiente garantiza cierta relajación a la hora de gestionar la banda?

Laura: No, no. Para nada. Seguimos haciéndolo todo nosotros. El premio lo único que hace es ponerte un poquito en la palestra y te da un poquito de caché. Poco más. Nuestra lucha es hacer cada día mejores canciones y conseguir al público de esa manera. Los premios están bien, pero no notas directamente su repercusión.

¿No soñáis con el día en el que sólo os tengáis que preocupar de escribir canciones y no estar haciendo labores de marketing, actualizando la web o diseñando carteles?Laura:

Sí. Pero cada vez pienso más que lo más sensato es crear tu propia empresa y contratar gente. Antes ya habíamos puesto en manos de terceros nuestro producto y nos dimos cuenta de que es muy difícil que otros vean lo que tú lo ves y que lo traten como tú lo tratas. Creo que el presente de los grupos es así. Hacernos grandes significará que podamos contratar a gente para que trabaje para nuestro producto. Y no trabajar tú para una discográfica.

En los anteriores trabajos de Dry Martina aparecen colaboradores malagueños como Zenet o El Kanka. ¿Tenéis en mente repetir esta fórmula?

Laura: No lo hemos pensado aún. Estamos muy metidos en la creación de las nuevas canciones y no tenemos ninguna fórmula establecida sobre lo que vamos a hacer.

¿Y volveréis a la financiación a través de crowdfunding?Laura:

No. Tenemos que hacer música y no estar haciendo campañas de marketing para que la gente pague el disco. Hacer la campaña para el anterior disco fue una bonita experiencia y la gente respondió, pero fue agotador.

De todas formas, no es mala señal tener un nuevo disco cada tres años...Laura

: Nos gustaría ser más prolíficos, pero no lo somos. Ni lo somos ni tampoco tenemos tiempo de serlo. Al llevarlo todo, no le dedicamos el tiempo que nos gustaría a la faceta artística. Cada tres años no está mal, pero nos gustaría que fuera menos.

¿Además de hacer nuevas canciones y sacar discos, qué otras metas hay sobre la mesa del grupo?Laura:

Nuestra meta ambiciosa ya la hemos comentado antes: poder tener a gente a nuestro cargo que se dedique a esas tareas menos artísticas. Y nosotros dedicarnos a componer y actuar. Y conseguir tocar cada vez en sitios mejores y llegar a más gente. Creo que es el sueño de todo el mundo. No es un sueño irrealizable y por el que trabaja cualquier grupo o cualquier empresa.

Rafa: Lo ideal sería contar con un equipo de gente que fuera a la par con nosotros. Y que sea un equipo de día a día, que los pudiéramos tocar. Trabajar con gente que está lejos a través del teléfono no funciona. Aunque la verdadera meta es hacer cada vez mejores canciones y mejores discos. Y llegar hasta el fin de nuestros días haciendo un disco cada dos o tres años.

¿No tenéis envidia de esos músicos que no tienen que preocuparse de nada?Laura:

No lo sé. Por una parte sí, porque viviríamos más relajados y con más lujos, pero por otro lado pienso que son un poco marionetas. Y también me daría un poco de miedo no poder ir a hacer la compra al supermercado. No creo que eso nos vaya a ocurrir, pero es que, además, no me gustaría que sucediera. Lo más lógico para nosotros es actuar y después podernos tomar una copa en la misma barra donde se la toma el público.

¿Creéis que las discográficas anulan la independencia de los artistas?Laura:

Se quedan con tu independencia y con tu poder de decisión. Y también con tu manera de presentarte al público, algo que considero muy personal. Y una gran discográfica al final te dice cómo tienes que hacerlo. A no ser que tengas mucha personalidad y no te dejes guiar de esa manera.

¿Han sido muchos los tropiezos a lo largo de la carrera autogestionada de Dry Martina?Laura:

Todos. Hemos aprendido a base de equivocarnos. De caída tras caída y de tener fuerzas para levantarnos. Han sido una detrás de otra. La verdad es que son penas y alegrías por todos lados. Lo que también resulta muy emocionante. Pero si te soy sincera, los grandes tropezones han sido cuando hemos intentado entrar en la industria discográfica. Cuando hemos tenido que tratar con gente externa. Ahí surgían los desencuentros. Ellos tenían una manera de trabajar y nosotros la nuestra.

¿Pensáis que otros grupos malagueños acaban teniendo esos mismos errores?Laura:

A mí me parece que hay gente que lo está haciendo muy bien. Habría que estar dentro para percibir esos problemas. Veo el panorama musical malagueño bastante acertado. Málaga se ha convertido en un lugar en el que surgen muchos artistas. Lo que creo es que la industria musical en general está como pollo sin cabeza. Porque se tiene que enfrentar al presente y al futuro, bastante incierto, y están ocurriendo muchas cosas. Por eso nosotros hemos decidido tomar este camino, en el que nos sentimos a gusto. Lo que queremos es hacer canciones y que cada vez sea más la gente a la que les gusten.