"Todo lo que ves no es todo lo que ves, es lo que va después del pálpito", cantan los cartageneros Nunatak, que arrancan una nueva etapa con la publicación de su nuevo disco, Nunatak y el tiempo de los valientes, bajo el sello de la multinacional Warner. El pasado 2017 fue un gran año para ellos; su anterior disco, Nunatak y el pulso infinito, les proporcionó el bautismo internacional en Estados Unidos y Alemania. Tras cuatro singles de adelanto que les han mostrado algo diferentes y muy crecidos, Nunatak presentan ahora su tercer disco, que evoluciona a un sonido más arriesgado en estilo y desarrollos, introduciendo capas percusivas, estribillos poderosos, coros más complejos, letras más directas, sintes y electrónica, experimentando con sonidos y texturas sin complejos; un ejercicio de valor, un juego de equilibrios entre décadas musicales distintas, con grandes historias de valentía. Adrián Gutiérrez, Gonzalo Ruiz y Alex Dumdaca responden a nuestras preguntas.

Nunatak y el Tiempo de los Valientes. ¿En qué se centra este tercer disco, y por qué se titula así?

Adrián Gutiérrez: Habla de valentía, de hombres y mujeres que se enfrentan a sus miedos, sus frustraciones. Personas anónimas que, sin huidas ni subterfugios, afrontan sus demonios con valentía.

La portada tiene una apariencia caleidoscópica. ¿Qué representa?

Alex Dumdaca: Esa apariencia de puzzle pretendía reflejar que la personificación del valor viene contada por las distintas historias de las que hablamos en el disco. Con la mirada en primer plano, buscábamos la sensación de enfrentamiento a las adversidades del día a día.

Será el primer álbum bajo el sello de una multi, Warner Music. ¿Qué os ha supuesto este fichaje?

R A. G.: Con este fichaje, el equipo Nunatak crece. Cuando se presentó la oportunidad supimos que era un paso importante en nuestra carrera, que debíamos dar. Es un reto para nosotros a muchos niveles, y lo afrontamos con trabajo e ilusión.

La música en español está teniendo un tirón indudable en todo el mundo. ¿Hay planes de visibilizaros internacionalmente?

R A. D.: Queremos empezar a movernos dentro del mercado latino. Es indudable que, cantando en castellano, hay una gran oportunidad en los países hispanohablantes, por lo que hacernos un hueco en ese sector es una de nuestras metas.

Conforme habéis ido adelantando canciones de este nuevo disco, hemos ido descubriendo a unos Nunatak desconocidos. ¿A qué obedece esta variedad de estilos y canciones? ¿Es fruto de la acumulación de diversas experiencias musicales?

Gonzalo Ruiz: En todo momento nos hemos sentido totalmente libres a la hora de dar forma a los temas. El resultado es el fruto de las experiencias acumuladas a lo largo de la ultima gira, nuestras inquietudes personales y la evolución musical de cada miembro, que nos han dado nuevas armas con las que crear canciones. Además, Raul de Lara, como productor, ha sabido entendernos en todo momento, aportar su experiencia y canalizar todo el flujo musical con el que llegamos al estudio.

Aún respira habla de superación. ¿Qué queréis evocar en esta canción escrita por Carlos Madrid, que vuelve a colaborar con vosotros?

R A. G.: Habla de segundas oportunidades, de tener fe en lo que alguna vez nos hizo sentirnos vivos, de no rendirse. Carlos es un letrista excepcional y un gran amigo. No nos cansamos de reconocer y alabar su talento, y esperamos poder seguir colaborando con él muchos años más.

Parece que haya habido en los últimos tiempos una migración de la música de las salas a los festivales. ¿Cómo lo veis vosotros? ¿Os preocupa?

Es un tema preocupante, pero tampoco voy a descubrir América diciendo que cada vez hay más gente que llena su cupo musical comprando un par de abonos de festivales. A nosotros nos encantan las salas, como músicos y como público, y creemos que haría falta que más gente disfrutara de esos shows en vivo para que el movimiento musical de este país pueda sobrevivir.

A miles de kilómetros, que me recuerda en algunos momentos a Springsteen, parece inspirada en la carretera, en las horas de furgoneta. ¿Cómo amenizáis vuestros viajes?

Escuchamos música, mucha, y luego vamos intercambiando alguna siesta con juegos tontos, historias y mucho buen rollo. Tenemos la suerte de que Nunatak esté formada por amigos, y eso es parte fundamental de que hayamos llegado hasta el día de hoy sin perder el entusiasmo.

Por el camino rodasteis un cameo en Sin Aliento, la película coproducción rumano-española-checa del cineasta Tudor Giurgiu, con Ariadna Gil, Luis Bermejo y Belén Cuesta, que hizo el papel de bajista de Nunatak. ¿Habéis descubierto una faceta de actores?

R G. R.: Realmente tuvimos que hacer de nosotros mismos sobre el escenario, así que no hubo mucha evolución como actores. Bueno, Adrián se permitió el lujo de cambiar una frase del guión, y coló [Risas].

A. D.: Además fue divertido interactuar con Belén y hacerla una más del grupo durante un par de días.

¿Este tercer disco supone el final de una etapa y el comienzo de otra?

R G. R.: Un disco siempre es un punto de inflexión en la manera de trabajar una banda, hay nuevas canciones y nuevos sonidos con los que convivir. Intentamos mejorar en cada disco y en cada concierto, y eso nos obliga ha salir de la zona de comfort. Es un nuevo reto, así que en cierto modo se podría decir que se abre una nueva etapa. No obstante, nos lo tomamos como la continuación de un proyecto muy ilusionante.