Ilustra con elocuentes datos sobre un caso real acaecido en Los Angeles y protagonizado por jóvenes acomodados, aunque es una película menor de una Sofía Coppola lejos de repetir los laureles de Lost in translation o Maríe Antoinette.

De cualquier forma sería un error despreciar de raíz un producto que aborda cuestiones tan ciertas como sorprendentes de una juventud sumida en el tedio y en la falta de estímulos que no duda en recurrir a la delincuencia para encontrar un sentido a sus vidas. La hija de Francis Coppola puso en marcha el proyecto después de leer el artículo de Nancy Jo Sales en Vanity Fair llamado 'Los sospechosos vestían Louboutins' en el que se contaba la actuación de una pandilla de adolescentes, la banda del Bling Ring, que cometió una oleada de robos en la zona más exclusiva de Los Angeles, la que incluía las viviendas de algunas de las estrellas más populares de Hollywood, desde Paris Hilton y Lindsay Lohan a Orlando Bloom y Megan Fox.

Para ello se aprovechaban de las escasísimas medidas de seguridad de las mansiones y después de disfrutar con las prendas íntimas y más valiosas de su vestuario y joyero se marchaban con algunas de ellas y dinero en metálico, almacenando en total más de tres millones de dólares. Lo que más le sorprendió a la realizadora de los jóvenes fueron sus palabras, el que no parecían creer que hubieran efectuado algo tan malo, y que estuvieran interesados en la fama que les aportaban los robos.

En opinión de la realizadora toda la historia parecía decir mucho sobre estos tiempos en los que crecemos con Facebook y Twitter. Lo que hacían estos cinco muchachos, cuya estupidez rayaba cotas de record, era investigar la dirección de la estrella de turno, a través de Internet, y aprovechar su ausencia, suficientemente aireada por la prensa, para entrar en sus casas con la más absoluta tranquilidad. Solo el hecho de que en dos de esas viviendas hubiera cámaras y el que los ladrones se jactaran delante de todos de lo que habían realizado, permitió que seres tan peculiares y ridículos fueran localizados y juzgados.