Viaje al centro de la Tierra 2Clasificación [ ** ]

Dirección: Brad Peyton. Guión: Brian Gunn y Mark Gunn, basado en un argumento de ambos y de Richard Outten. Fotografía: David Tattersall. Música: Andrew Lockington. Intérpretes: Josh Hutcherson, Dwayne Johnson, Michael Caine, Vanessa Hudgens, Luis Guzmán, Kristin Davis, Anna Colwell, Stephen Caudill. Duración: 94 minutos. Año: 2012

Es una especie de popurri ingenuo y nada original de clásicos del cine de aventuras, especialmente del universo particular de Julio Verne. Sin apenas un ingrediente nuevo, separándose de la literatura de Robert Louis Stevenson, y con soluciones tan simples que no deja de sorprender, la única conexión que mantiene con la primera entrega de Viaje al centro de la tierra, que vimos en 2008 y que dirigió Eric Brevig, es el personaje de Sean Anderson que, además, incorpora el mismo actor, Josh Hutcherson.

El nuevo realizador, Brad Peyton, que firma su segundo largometraje, tras 'Como perros y gatos: la venganza de Kitty Galore', se ha limitado a colocar la cámara en unos decorados ciertamente vistosos, algo realzados con una versión en 3D no muy brillante, y a sacar un mínimo partido del mejor actor del reparto, un veterano Michael Caine que incorpora con gran desparpajo a un aventurero con evidente parentesco con Indiana Jones. La incorporación del fornido Dwayne Johnson, como padrastro de Sean, es una operación condicionada por la taquilla. Entre otros títulos, la cinta contiene referencias a La isla misteriosa, 20000 leguas de viaje submarino, Los hijos del capitán Grant y El mundo perdido, algo que dice muy poco en favor de unos guionistas que no han tenido que efectuar un ejercicio exhaustivo de imaginación.

La cosa comienza cuando Sean recibe un mensaje cifrado de una isla del Pacífico que supuestamente no existe, despertando su curiosidad y su deseo de descubrir lo que hay detrás del mismo, especialmente cuando todo hace pensar que el que lo ha enviado no es otro que su abuelo Alexander, un viajero mítico que sigue en activo a pesar de sus años. A esta aventura se une su padrastro, que quiere congraciarse con él, y ya desde Hawai, un guía que trata de hacerse el simpático y su hija, una atractiva joven que aporta el consabido y ñoño toque romántico. Los efectos visuales de esa «isla misteriosa » animan ligeramente un relato que, sin embargo, no es un prodigio de entretenimiento.