El cineasta español Pedro Almodóvar aseguró hoy que en su próxima película buscará "lo opuesto" a "La piel que habito" y que para ello baraja varias historias en clave de comedia y sobre el universo femenino.

"Desde luego me apetece hacer lo opuesto. Tengo varias historias entre manos. Lo opuesto sería hacer una comedia delirante", dijo Almodóvar durante una entrevista con Efe en Nueva York, donde su "thriller" psicológico "La piel que habito" llega el viernes a la gran pantalla de Estados Unidos.

El director de "Volver" (2006) o "Los abrazos rotos" (2009) explicó que "hay uno de los guiones que estoy escribiendo que es una comedia, a lo mejor es esa. Pero tengo más ideas de naturaleza muy distinta, en absoluto acercándome al horror ni es un "noir", agregó.

Tras esta última cinta, interpretada por Antonio Banderas y Elena Anaya, el cineasta español explicó que tiene en mente "otra película de nuevo sobre el universo femenino, espero que tratado de un modo distinto porque es algo que ya he tratado antes".

"Pero me gustaría que fuera una comedia, y si no tengo dos historias más, aunque es pronto para decirlo", señaló a Efe el realizador español, que llevaba ya varios años con la idea en mente de rodar una cinta que se ha presentado este año, además de en el festival de cine de Nueva York, en los de Cannes (Francia) y Toronto (Canadá).

Recordó que ya en 2002 habló de esta cinta, inspirada en la novela "Tarántula" del francés Thierry Jonquet, con Banderas durante su asistencia entonces al festival de Cannes.

Almodóvar reconoció también que en este filme, el número 18 de su carrera, ha "utilizado elemento que aparecen en mis películas anteriores, pero acercándome como en esta película no. La transexualidad ya aparece en mis películas, pero en esta aparece como castigo, y creo que como castigo soy incapaz de concebir algo peor".

Poco antes el director español participó en una conferencia de prensa junto a Banderas y Anaya en la que se defendió de algunas críticas de medios estadounidenses sobre esta película que narra la venganza de un cirujano plástico, experto en implantes de piel, contra el hombre que cree que ha violado a su hija, así como la relación que el médico desarrolla con su víctima y victimario.

En España la cinta ha sido recibida entre aplausos de unos y desconcierto de otros por la dificultad de los asuntos que aborda, entre ellos la identidad o las operaciones de cambio de sexo.

"Lo que cuenta es lo que piensa el espectador y lo que se dice en el boca a oreja... La película tiene vida propia y cuando se encuentre con su espectador natural, es el que le va a dar más vida o menos", indicó el español, que insistió en que las críticas no le importaban "lo más mínimo" y en que "el espectador tiene criterio propio".