Candela Peña presenta estos días su última película, una producción italiana en la que interpreta un papel conservador muy alejado de su carácter real. La actriz, ahora entregada a su hijo, señala que el tener descendencia condiciona mucho la manera de ver las cosas y que quiere trabajar mucho para que a su pequeño no le falte de nada.

Polivalente y con una creatividad desbordante, la catalana dejó a un lado el diseño de calzado para diseñar lámparas, una manera de centralizar su energía en las temporadas en las que no rueda.

Este verano, no se dará una tregua, pues tiene previsto trabajar en la próxima película que va a dirigir Paco León y en septiembre empieza a ensayar una nueva obra de teatro en Madrid, dos proyectos que la tienen muy ilusionada.

PREGUNTA: ¿Estás contenta con el resultado de "Mi familia italiana"?

CANDELA PEÑA (CP): Siempre es una alegría que te llamen de otro país pensando en ti, ya es como una lotería que te llamen del propio país, que alguien piense en ti para hacer un trabajo, así que si te llaman de otro, ¡Imagínate!. Y encima sin saber si hablas el idioma o no. Fue muy gratificante para mi y tuve suerte de que se diera la posibilidad de que pudiera formar parte de la película.

P: ¿Te entendiste bien con el idioma?

CP: Sí, tenía muchas ganas de trabajar en Italia. Me llamaron sin saber si hablaba el idioma, pero tuve la gran suerte de que el rodaje se retrasó un poco y pude estudiar más. Por el tipo de actriz que soy y mi manera de trabajar, no tengo ganas de trabajar en un idioma que no sepa, no va conmigo, no tengo esa ambición porque me cuesta mucho pero me propuse conseguir hablar y sobre todo entender a mi director.

P: ¿Cuánto tiempo duró el rodaje?

CP: Estuvimos más de dos meses maravillosos en Italia. Esta cosa que he oído en muchos amigos músicos... "la guitarra es lo que te une"; creo que el cine une un montón y que al fin y al cabo un equipo de rodaje es un equipo de rodaje, se hace mucha piña. Me he sentido muy cómoda en Italia, muy como... Yo soy de aquí. Yo soy de las que si me voy de casa tengo mucha nostalgia y en Italia me he sentido como en casa.

P: La película viene acompañada de la triste muerte de Virna Lisi....

CP: Sí, rodar con Virna fue rodar con mi ídolo, imagínate. Durante el rodaje nos pasaron muchísimas anécdotas y recuerdo que ella con 78 años me decía "Candela esta profesión es para gente dura y fuerte, si tu no eres dura y fuerte quédate en tu casa", nos dio muchos consejos; a parte de las grandes anécdotas que nos contó, de su periplo por Estados Unidos. Me sorprendió cuanto murió porque estaba muchísimo más fuerte que ninguno de nosotros, cuando me enteré sentí una pena muy grande, porque además viví con ella cosas muy bonitas.

P: ¿Cómo crees que la gustaría que la recordaran?

CP: Una tía dura, fría, no muy emocional, pero me encantó porque el primer día yo tenía un plano con ella y con Marisa, y de repente se giró y me dijo: "¿dónde esta la cosa?" y le dije, "la cosa soy yo y me llamo Candela" y en la puerta de mi rulotte puse "la cosa". Luego me dijeron que "cosa" se usa mucho allí. La recuerdo con afecto y ha sido muy bonita experiencia la de la peli.

P: ¿Qué tal llevas alejarte de los tuyos?

CP: Este rodaje lo viví como un verano, vinieron amigas a verme, vino familia, no lo viví como un drama. Además sabía que venía a España y me esperaba rodar "El tiempo de los monstruos", una película de Félix Sabroso que yo deseaba mucho hacer, que es una película que me ha traído una de las mejores cosas que he tenido en la vida y me ha cambiado mucho la vida desde entonces.

P: Han pasado ya dos años de tu famoso discurso de los Goya en el que pedías trabajo insistentemente, ¿ha tenido efecto tu petición, no?

CP: No, no me ha funcionado, porque el año pasado desde que rodé esta película italiana y luego la de "El tiempo de los monstruos" por la que no hemos cobrado ni un duro nadie, no he vuelto a rodar. No he vuelto a trabajar pero es que no se me caen los anillos por pedir trabajo, es lo que hacemos todos los mortales, esto es así. No sé porque hay tanta alteración social cuando uno en un medio público pide trabajo, yo hubiera puesto carteles en la carretera.

P: ¿Sigues diseñando zapatos?

CP: No, ya no. Ya no porque no puedo abarcar tanto, ahora en mi tiempo libre hago lámparas. Es que soy creativa.

P: ¿Te sirve de desconexión o es más trabajo?

CP: El otro día una amiga que es abogada y es más centrada me dijo que mi creatividad hace que mi mente sea dispersa en algún momento.

P: ¿Cómo está tu pequeño, cuántos años tiene?

CP: En el rodaje no quería decir que soy madre pero se veía tan claro. Esta muy bien, tiene tres años ya.

P: ¿Te gustaría tener otro?

CP: Yo que sé, no sé que va a pasar con la vida. Es muy complicado llevarlo todo para delante. Lo único que me planteo es ser feliz y estar contenta para que los de mi alrededor estén contentos. He pasado una etapa fuera de Madrid, ahora por motivos de trabajo regreso a una ciudad que me ha dado mucho y eso me hace muy feliz. Yo antes trabajaba desde otra perspectiva, ahora hay películas que hace la actriz y hay trabajos que hace la madre. Y la madre ahora tiene que trabajar. Hay cosas guays en la maternidad y cosas que me impresionan mucho, por ejemplo tener la responsabilidad de otra persona, el destino de esa persona está en mi manos, y tengo que ser responsable para que tenga por lo menos lo básico, y hay que trabajar para eso.

P: ¿Cómo te has sentido en la piel de Segunda, tu personaje en esta película?

CP: Ha sido divertidísimo hacer de señorona, era como hacer de la mujer de un diplomático, algo tan alejado de mi, una tía muy conservadora. Yo tenía una idea, pero cuando llegué y empezaron a probarme vestuario y me empezaron a vestir de aquella manera me pareció maravilloso.

P:¿Te ha sido fácil hacer el papel?

CP: Sí, porque en realidad mi trabajo no dejar de ser jugar a ser otros, es como de niños. Tengo amigas íntimas muy cercanas, como por ejemplo Pilar Castro que considero que es una de las mejores actrices de este país, que me lo deja todo claro cuando me dice "Candela esto es un juego y hay que jugar". Me gusta mantener esa cosa infantil, no dejamos de ser como bufones de la corte para que otros se lo pasen bien. Por una parte le doy mucho valor a mi trabajo, pero luego también me gusta pensar que soy alguien para hacer tener a otros, no darle más rollos.

P: ¿Qué planes tienes para este verano?

CP: Voy a rodar una película con Paco León, él como director, en agosto. Me apetece un montón trabajar con Paco, me apetece un montón el personaje que me ha dado que no lo puedo contar, pero que aunque es difícil me apetece, y me apetece hacer comedia. En septiembre empiezo empiezo a ensayar teatro, una función muy bonita que se llama "Siempre me resistí a que acabara el verano", y es una cosa muy interesante sobre un momento que también me viene muy bien como es la crisis de los cuarenta o darte cuenta de lo que siempre soñaste ser y en lo que te has convertido.

P: ¿Prefieres hacer reír o hacer llorar?

CP: Me gusta todo pero el año pasado rodé "Las ovejas no pierden el tren" y esta ("Mi familia italiana") y es que la comedia da mucho margen, requiere otro tipo de concentración pero da mucha marcha. Venía de comerme mucho huesos...

P: ¿Se nota realmente la crisis de los cuarenta?

CP: Es un poco mito, pero la obra no la he escrito yo, la ha escrito el autor y se nota que el autor la está atravesando, porque habla de eso. Gente de una generación que quizá no son exactamente los cuarenta, pero ese momento en el que haces balance. Tienes el pensamiento que uno había tenido al llegar a un momento de tu vida lo que tu pensabas que ibas a hacer y lo que finalmente eres, si dista mucho o no. También creo que pasa con las profesiones, de lo que te imaginas a lo que realmente es.