Pedro Contreras Almela es un compositor y productor musical natural de Archena, aunque vive en San Pedro del Pinatar, donde tiene su estudio PCA MUSIC, de donde han salido piezas musicales para innumerables proyectos. Uno de ellos es la composición de la banda sonora y la ingeniería de sonido de la película de animación 'Carthago Nova', que ha recibido una nominación en la categoría de mejor película de animación en la XXVI edición de los , que otorga la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y cuya gala se celebrará el 19 de Febrero. El largometraje realiza una visión de la ciudad de Carthago Nova a través de una historia de ficción protagonizada por la próspera familia Albino y su lucha con el poderoso y codicioso Lucio Andro. Así nos contó cómo se ha llevado a cabo este proyecto.

Tengo entendido que su afición por la música comenzó muy temprano, con sólo 9 años...

Mi padre cuando era joven tocaba el saxofón, pero él no tuvo oportunidad de desarrollar lo que le gustaba, por eso me apoyó desde el primer momento, cuando vio que era lo que yo quería hacer. Fue mi abuelo el que se decidió, dentro de su modestia económica, a comprarme un piano o lo que me hiciera falta. Ya a los 11 años estaba totalmente enganchado al piano, me pasaba horas y horas tocando. Al mismo tiempo comencé a experimentar con la informática, componiendo en un ATARI de la época y a los 14 años ya realicé una composición para una obra de teatro. Así empezó todo.

¿Qué supone en su carrera los estudios que realizó en la prestigiosa escuela de Berklee (Boston, Estados Unidos) de donde han salido grandes mitos?

En Madrid, estudié con el pianista argentino Víctor Alonso, que entonces tocaba con Nacho Cano. Teníamos muy buena relación pero, una vez se fue de gira, me hablaron de la Escuela de Jazz de Barcelona, donde hice unas pruebas de acceso y ya entré en un curso avanzado, porque me convalidaron muchas asignaturas del conservatorio en cuanto a composición y armonía. Fue en una de esas clases de piano cuando mi profesor Enrique Herrera me propuso la opción de marchar a USA. Al principio estaba un poco receloso por aquello de no saber qué iba a pasar, pero me hizo una carta de recomendación y la envió a Boston. Desde allí me llamaron para hacerme una prueba y entonces me dieron la beca y decidí irme. Fue una sensación extraña la de estar en una escuela por la que han pasado los mejores del mundo, se siente uno como poca cosa. Pero, sobre todo, fue una gran experiencia personal y profesional, ya que estás prácticamente 24 horas haciendo música y se valora mucho tu trabajo.

¿Con qué faceta se queda musicalmente hablando?

La verdad es que si pudiera me dedicaría sólo a la composición, porque es la mayor satisfacción profesional que tengo ahora, pero lo compagino muy gustoso con la enseñanza, que es tan importante para formar a nuevos músicos, ya que esa enseñanza es esencial para que conserven la ilusión por la música en general.

¿Cómo surge su trabajo en la película de animación 'Carthago Nova'?

Ya había trabajado previamente con Primitivo Pérez, director de la película, en otros proyectos anteriores, y me ofreció la oportunidad de presentarme al concurso convocado para ese trabajo en la película. Tuve la suerte de ser seleccionado, y el proyecto desde el principio se presentó como algo distinto, es decir, había unos fondos FEDER de financiación, pero había que utilizarlos bien y hacer algo que no se hubiese hecho antes en la Región, y era todo un reto para mí. Lo mejor de todo fue la oportunidad de trabajar con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, dirigida por José de Eusebio, único director de orquesta de España que posee un Grammy y que traje yo para la ocasión, y la Coral Discantus, a las órdenes de Ángel Carrillo, porque, en el momento que sabes que tienes que componer para una orquesta, la manera de hacerlo es totalmente distinta, hay que pensar en los instrumentos y prepararlo de manera especial. La verdad es que la grabación en el Auditorio Víctor Villegas fue la satisfacción más grande que puede tener un compositor. Al mismo tiempo, otro reto, fue realizar la ingeniería musical del proyecto en surround 5.1, con un presupuesto no demasiado grande. Tuve que contactar con asesores musicales de Estados Unidos para que me orientaran, ya que en España no hay especialistas en ese modo de producción.

¿Cuánto tiempo duró la realización del proyecto?

'Carthago Nova' se pensó en un principio en dos capítulos de unos cuarenta minutos cada uno. La composición duró unos dos meses aproximadamente, luego viene la orquestación, y ya la grabación, es decir, que en total fueron unos cuatro o cinco meses.

¿Cómo recibió la noticia de la nominación de la película a los Goya?

No lo esperábamos. Un día me llamaron y me dijeron que teníamos tres días para presentar el proyecto a los premios Goya, y así lo hicimos. Ya casi habíamos olvidado este tema cuando nos dieron la noticia de la nominación. Además ha sido una gran experiencia vivir la presentación de dicha nominación en Madrid, donde pude conocer al gran Alberto Iglesias, para mí el mejor compositor que hay ahora mismo. Ahora toca esperar al próximo día 19 a ver qué pasa, pero puedo decir que el haber llegado hasta aquí es para todos nosotros, como equipo, una gran satisfacción.

Pero, ¿y si llega el Goya?

¡Pues mucho mejor! Pero el tipo de valoración es muy objetiva, ya que votan los miembros de la Academia de Cine, y tienen sus criterios personales cada uno y no se sabe, aunque la ilusión por supuesto que la tenemos de que pueda ser ganadora del premio.

¿Qué cree que tiene que agradecerle la música a las nuevas tecnologías?

Tienen una ventaja que es la de escuchar como vas componiendo y como van quedando los instrumentos, cosa que hace unos años no era posible, y el inconveniente es que cualquiera lo puede hacer, de manera que no se diferencia, al menos en España, al músico profesional del no profesional, es una pega que tiene esta profesión.

¿Cuáles son sus proyectos más inmediatos?

En principio tenemos más trabajos de aquí de la Región. Uno titulado 'El Castillo de Olite', y otro, 'La Cueva Negra', sobre Caravaca. También estoy produciendo a un cantante, Óscar Casañas, de Alicante, que ya ha grabado un disco y tiene muy buenas ideas, y aunque el tema de producción de cantantes lo abandoné un poco después de tener mi primer hijo, por el tiempo que restaba, he apostado por este chico, porque creo que puede funcionar, ya que posee muy buena voz y mucha ilusión. Pero quiero enfocar la mayoría del tiempo a la composición para imagen, que es lo que más me llena. Me encantaría realizar una banda sonora para una película con actores, esa sería mi meta ahora mismo.