Amanece en Madrid. Tras una noche de desfase etílico, Julio (Julián Villagrán) y Julia (Michelle Jenner) amanecen en la misma cama. De resaca, mareados, es evidente que el alcohol ha hecho mella en ellos, pues a pesar de haber pasado la noche juntos, no se acuerdan el uno del otro.

Aún con todo, Julio no tarda en quedarse prendado por la belleza de la joven Julia. Sin embargo, ella parece no estar muy orgullosa con lo que aconteció entre ellos la noche anterior. En ese contexto, entre cuatro paredes impregnadas de la incomodidad de Julia y el amor platónico de Julio, tanto ella como él se enteran de que algo inédito está ocurriendo en la ciudad. Unos alienígenas han aparcado su platillo volante sobre unos edificios de Madrid y quieren invadir la ciudad. Esta situación les obligará a convivir y aunar fuerzas, las pocas que les quedan, para sobrevivir.

El director de ´Cronocrímenes´ recupera un género olvidado por el cine español con el estreno esta semana de ´Extraterrestre´, un film en el que también tendrá cabida la comedia. La ciencia-ficción, tan habitual al otro lado del charco como poco recurrente en el séptimo arte autóctono, cuenta con escasos antecedentes España.

La primera película española de ciencia-ficción tiene nombre y apellidos, Segundo de Chomón, quién rodó ´El hotel eléctrico´ en 1908. La película narra la historia de Laura y Bertrán, que al llegar a un hotel y solicitar una habitación se dan cuenta de que no hay servicio de habitaciones y el recepcionista les cuenta cómo todo funciona a través de la electricidad. Las maletas van por sí solas al ascensor, Laura es peinada automáticamente y Bertrán afeitado. Sin embargo no todo es bueno, pues el recepcionista es un borracho descuidado por el que la maquinaria empieza a causar problemas a los protagonistas.

En 1925, de la mano de Manuel Noriega, llega ´Madrid en el año 2000´ una película de la que no se conserva ninguna copia y en la que el director fantaseaba con cómo sería el Madrid del futuro. En los años 50, llegaron otras dos películas que harían las delicias de los amantes del género: ´La lupa´ (1955) de Luis Lucia y ´La otra vida del Capitán Contreras´ (1955) de Rafael Gil.

En los 60 caben destacar ´La hora incógnita´ (1963) de Mariano Ozores y ´El sonido de la muerte´ (1966) de José Antonio Nieves Conde, que narra la historia en la que durante la búsqueda de un tesoro en Grecia, los protagonistas dan con una criatura muy peligrosa. ´El rayo desintegrador´, ´Fata Morgana´ y ´Los monstruos del terror´ son otras películas de ciencia-ficción que se rodaron en esa década.

Durante las siguientes décadas la ciencia-ficción empezó a ser cada vez más frecuente en el cine español, pero nunca se convirtió en el género por excelencia, ni en uno de los más utilizados.

De los 70 al nuevo milenio

En 1970 se estrenan ´El astronauta´ de Javier Aguirre y ´Trasplante de un cerebro´ de Juan Logar. En esa misma década verían la luz otras películas como ´Pánico en el transiberiano´ (1972), ´Largo retorno´ (1975) o la adaptación que realiza Juan Piquer Simón del ´Viaje al centro de la tierra´ (1976) de Julio Verne.

Los 80 también dieron de sí en la materia de la ciencia-ficción. Fernando Colomo, inmerso en la movida madrileña, estrenó ´El caballero del dragón´ (1985), que estuvo protagonizada por Miguel Bosé. En 1989 Agustín Villaronga estrena ´El niño de la luna´.

En los recientes 90 y principios del siglo XXI habrá dos nombres propios que marcarán un punto de inflexión en el género de la ciencia-ficción en España. Estos son Alex de la Iglesia y Alejandro Amenábar.

´Acción mutante´ (1993), cuyo protagonista es Antonio Resines, fue el primer largometraje dirigido por Alex de la Iglesia y supuso un antes y un después en el cine de ciencia-ficción en España y también en la carrera del director vizcaíno. Por su parte, Amenábar se sumergió en la ciencia-ficción con ´Abre los ojos´ (1997), en la que Eduardo Noriega es César, protagonista del film.

Ya en el nuevo milenio, en este año 2012, Nacho Vigalondo devuelve a la audiencia la posibilidad de visionar una película de ciencia-ficción dirigida y producida íntegramente en España. Lejos de los efectos especiales y presupuestos millonarios que manejan en Hollywood, el realizador de Cabezón de la Sal coge el testigo de los Segundo de Chomón, Alejandro Amenábar, Villaronga y Alex de la Iglesia.