Madrid, 1987, película dirigida por David Trueba y protagonizada por José Sacristán y María Valverde, narra el particular encuentro entre un periodista consagrado y una joven estudiante durante un día de verano en el Madrid de 1987, una época en la que la democracia se asentaba y surgía cierta frustración al pasar de la efervescencia y utopías de la transición a una sociedad acomodada y complaciente con banqueros y empresarios.

Una historia basada sobre todo en la importancia de los diálogos, pequeña en cuanto a tamaño y presupuesto en cierto modo, cuyo formato no responde en cualquier caso a la actual situación económica. Según Trueba, de hecho, "el cine español entró en crisis en 1916, y siempre ha tenido que sobrevivir con presupuestos muy pequeños, trabajar por debajo de las posibilidades".

Para Sacristán ha sido una "suerte" toparse con un proyecto como este, que "ha tenido todo lo que necesitaba" y con el que se ha sentido muy cómodo, al igual que Valverde. De hecho, el actor ha recalcado que la historia se aguanta gracias un "soporte resistente en el guión".

El director ha añadido que esta película, que se desarrolla en su mayor parte en un cuarto de baño del que los protagonistas no pueden salir, nació de una "anécdota real" que alguien le contó, a partir de la cual desarrollo una historia que, como todas, trata sobre personajes que "te gustan, en situaciones irresolubles".

Sobre una hipotética adaptación al teatro, Trueba ha dicho que no sería tan fácil como parece a simple vista, pues "el director es una presencia invisible que coloca los ojos del espectador donde quiere". "Además, la sensación de encierro se da mejor en el cine. Pero la sensación teatral viene de la importancia del diálogo", ha agregado.

Intimista y provocadora, Madrid, 1987 fue seleccionada a concurso en el pasado Festival de Cine de Sundance, fue presentada en la sección Zabaltegi del Festival de San Sebastián, recibió una Mención Especial del Jurado en el pasado Festival de Cine Español de Nantes y este fin de semana obtuvo el Premio del Público a la Mejor Película Internacional en el 30º Festival Cinematográfico del Uruguay.