El prestigio internacional de la comida española continúa aumentando día a día. Cada año, los turistas disfrutan de una cocina saludable, imaginativa y, sobre todo, muy variada. Parte del secreto está en los ingredientes o productos de primera calidad, que también suelen usarse como regalo perfecto para la vuelta a casa. Tapas, postres artesanales, una variedad de platos apetitosos, todo dentro de una dieta mediterránea que permite disfrutar de muchos y variados placeres a la hora de sentarse a la mesa: jamón, vino, aceite de oliva o queso.

La gastronomía tradicional española se puede concebir sin la presencia de una amplia variedad de quesos, procedente de todos los rincones. Este producto lácteo se puede encontrar en todas las zonas de nuestro país, en muchos casos con una fama y un prestigio ampliamente reconocido, como el Cabrales en Asturias, el queso de tetilla en Galicia, la torta del Casar en Extremadura ,como no, el manchego. Y Canarias no puede faltar entre estos primeros puestos.

Las 'Islas Afortunadas' son una de las comunidades que más aportan en la oferta de este derivado de la leche. El tipo de ganado, qué come, dónde pastorea y la forma y lugar de elaboración son elementos que proporcionan tanta diversidad al resultado final de esa leche convertida en queso, como contrastes hay en el paisaje de este archipiélago con toda clase de microclimas y orografías. Esa variedad del producto, símbolo de la riqueza y singularidad de las tradiciones transmitidas de generación en generación, tiene su especificidad en cada isla del archipiélago canario.

El queso canario tiene una larga tradición. Se considera un elemento de gran valor, tanto que incluso hubo un tiempo que adquirió la categoría de moneda de cambio. Además de ser un plato que es obligado que esté en la cuenta, a la hora de ir a uno de los muchos restaurantes de Canarias.

Esta riqueza y variedad en un espacio tan reducido como es el caso de las Islas Canarias, ha sorprendido una vez más, por su calidad. En el concurso mundial de quesos (World Cheese Awards) que en octubre de 2009 se celebró en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. La cita internacional, por primera vez en más de 20 años, tuvo lugar fuera de las islas Británicas. Gran Canaria recogió tal importante testigo y no decepcionó: 21 de las 145 medallas de oro otorgadas fueron para quesos canarios (un 15% del total) y 11 corresponden a quesos artesanales grancanarios.

Para no equivocarse, lo mejor es buscar la calidad, y el sello de Denominación de Origen (D.O.) la garantiza. Esta marca te asegura que el alimento que lo posee es de calidad excelente, producido en un ámbito geográfico y con unas características propias diferenciadas. Las Denominaciones de Origen cuentan con la protección de la Unión Europea y, entre ellas, se pueden encontrar los productos más famosos de toda la cocina canaria:

Fuerteventura: el valor de la tradición: Reconocido como el primer queso de cabra de toda la geografía española en obtener la D.O., el Queso Majorero es desde tiempos prehispánicos uno de los alimentos más valorados de la gastronomía canaria. Su prestigio viene avalado por la calidad de la materia prima empleada, la leche de cabra autóctona de Fuerteventura, y el esmero en su elaboración, respetuosa con la tradición artesanal. En algunos casos se puede impregnar con gofio o pimentón, ingredientes que ayudan a una mejor conservación y aportan un sabor característico.

La Palma: con cabras de procedencia aborigen: El origen de la cabra de raza palmera comienza en la época prehispánica. Descendiente de la que pastoreaban en la etapa aborigen y mezclada después con las que trajeron los colonos tras la conquista en 1493, introduciendo así el conocimiento de la elaboración del queso. Forma parte del paisaje de un territorio de gran belleza y verdor que ha sido calificado como Reserva de la Biosfera. Esta especie está adaptada al medio abrupto, boscoso y montañoso donde vive desde hace siglos, no soportando la explotación intensiva. Su leche destaca por el alto contenido en proteínas.

Gran Canaría: Flor de Guía, un queso diferente: Con un fuerte sabor característico, tiene una elaboración lenta, delicada y muy limitada con respecto a otros tipos de queso. Por eso, el de media flor es más frecuenta: con la misma pasta cremosa, pero algo más compacta, tiene un sabor más suave. La leche tarda menos tiempo en cuajar. Elaborado por familias dedicadas al pastoreo con ovejas, un oficio en extinción, que ordeñan, limpian los corrales, cultivan el forraje, pastorean y practican la trashumancia, ya que el ganado viaja todo el año a diferentes lugares de la isla en busca de pastos. Desde 2009, estos quesos cuentan con la protección y control de la D.O., entre las que se incluyen los quesos de flor, los quesos de media flor y los quesos de oveja con cuajo animal.