Los horarios en las comidas son casi igual de importantes que lo que ingerimos. Existen múltiples teorías de lo que hay que hacer para tener una dieta saludable y mantener la línea, pero la más extendida, es la que te presentamos a continuación.

Bajo la premisa: "Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo" se encuentra la clave de los horarios saludables. Siempre se ha dicho que el desayuno es la comida más importante del día, y aunque se hace especial hincapié en el caso de los niños, la verdad es que es igual de necesario para todo el mundo.

Desayunar una hora después de levantarse

Según el entrenador británico Venice A. Fulton lo mejor para adelgazar es retrasar la hora del desayuno una hora desde que nos levantamos, pero jamás prescindir de él. Lo ideal es que empecemos el día con un desayuno rico en grasas ya que contribuye a mantener un perfil metabólico normal, tal como apunta un informe de International Journal of Obesity. El mejor ejemplo sería el desayuno americano: huevos fritos, beicon, tostadas...

Es fundamental no saltarse la primera comida del día: un estudio muestra que los hombres que no desayunan tienen un 27% más posibilidades de tener un infarto que los que lo hacen siempre.

Comer de forma tranquila y temprana

Éste es el ideal a perseguir a pesar de que por culpa de las jornadas laborales cada vez comemos más rápido y/o más tarde. Está demostrado que aquellas personas que comen pasadas las 15:00 horas pierden menos peso que las que realizan antes la comida.

Además, si buscas perder peso lo más recomendable es que sea una comida con muchos vegetales que llenen el estómago pero que no tengan un alto contenido calórico.

Un ejemplo perfecto sería: Brócoli, coliflor, alcachofa, espárragos... y de segundo, una carne con pocas grasas como la pechuga de pollo, el lenguado, el salmón, el conejo...

Cena ligera y horas antes de acostarse

Aquí reside el principal problema de muchos. Las costumbres españolas hacen que se cene exageradamente tarde, más allá de las diez, y, normalmente, de forma copiosa. Es en realidad en este momento cuando menos calorías debemos llevarnos a la boca, ya que por la noche es cuando menos energía necesitamos.

Para más inri, irse a dormir tarde está indirectamente relacionado con el picoteo mientras se ve la televisión, se consulta el ordenador... y el tipo de alimento que se consume en estas horas suele ser muy alto en grasas.

Una cena ideal sería, por ejemplo, una ensalada de hojas verdes con taquitos de atún, pavo a la plancha con verduras y piña natural.

Ahora que ya sabemos qué y cuándo comer... sólo es cuestión de organizarse y tener fuerza de voluntad para llevarlo a cabo. Así lograremos una dieta saludable y más efectiva a la hora de perder peso.