La alimentación de un hijo es una de las mayores preocupaciones de los padres. En casa lo tenemos claro, aunque en ocasiones no siempre resulta fácil hacer que los pequeños coman lo que más necesitan y no esos caprichos con los que en ocasiones les complacemos.

En el colegio, debemos fiarnos del equilibrio de los menús escolares, pero a veces eso no basta cuando nosotros no estamos. La jornada escolar se puede hacer larga y por eso es habitual que los pequeños también lleven en la mochila un pequeño tentempié para el recreo.

Como habitualmente nos falta el tiempo para prepararles un bocado más elaborado, muchas veces repetimos la receta: un pequeño bocadillo o sándwich, fruta, un bollo… Sin embargo, no debemos descuidar esta comida para que los niños mantengan una alimentación equilibrada y sana. Eso sí, esta deberá ser un complemento entre dos comidas fundamentales: el desayuno y la comida.

El bocado del recreo no es obligatorio, y deberá elegirse en función de su edad o de la hora a la que desayunan, entre otras cuestiones. Estas son algunas ideas para la alimentación de los pequeños en su descanso escolar:

Fruta

Es una de las opciones más cómodas y sanas. Además, podemos variar el menú en función de la temporada. Mandarinas, plátanos, peras, manzanas, melocotones, albaricoques, ciruelas… Hay tantas opciones que será difícil que nuestros hijos las rechacen, aunque no sean amantes de todas ellas. También se le puede dejar un pequeño tupper de fruta ya cortada.

Frutos secos

Las nueces, las almendras, las avellanas o los anacardos sin sal son un buen aperitivo para complementar el tentempié del recreo. Aunque es mejor no abusar de la cantidad por su aporte calórico, se trata de un tipo de alimento sano y que habitualmente es del gusto de los pequeños. Si son demasiado pequeños no es lo más aconsejable por el riesgo de atragantamiento. Además, habrá que cuidar que no los compartan con niños que padezcan alergias, tan de moda últimamente.

Pasteles y galletas caseras

Podemos incluir la bollería como excepción, siempre y cuando sean elaboradas en casa y no sean productos industriales. Si se puede, una buena idea sería la de combinarlas con mermeladas o vegetales. Las galletas del tipo 'maría' son una opción con la que sí podemos contar. Se pueden complementar, por ejemplo, con un trozo de queso.

Bocadillos o sándwiches

Las posibilidades con los bocadillos son inmensas, pero si recurrimos a ellos será mejor usar pan de barra que de molde. O recurrir al integral. Además, si lo que queremos es un bocado sano, deberemos olvidarnos de las cremas de cacao y los patés.

Los bocadillos de queso y jamón york son una idea socorrida que solo exige que el jamón cocido sea de una calidad correcta y no demasiado graso ni salado. También pueden ser de jamón serrano y tomate, de atún y tomate, de mermeladas

El propio tomate y la lechuga son grandes ideas que funcionan en muchas mezclas y consiguen introducir los vegetales en el tentempié.

Lácteos

El queso tierno con pan o si él y los yogures son otra opción que los pequeños pueden llevar en la mochila.

Bebidas

Si lo que queremos es una alimentación sana, nada para beber como el agua. Muchos zumos, bajo su aura de saludables, contienen una gran cantidad de azúcares añadidos, por no hablar de los refrescos. Tampoco son lo mejor los bricks unidosis de leche con cacao, vainilla, fresa, etc. En muchos supermercados venden minicartones de leche que son otra buena opción.