Llega el día de Reyes y con él una de las tradiciones más familiares de la Navidad, el Roscón de Reyes. Se trata de un dulce que esconde sorpresas y que destaca por su relleno.

El roscón de Reyes es el dulce con el que se despiden las navidades. Hay múltiples formas de elaborarlo: con o sin crema, con fruta escarchada, relleno de trufa... En esta ocasión os proponemos una receta diferente en la que sustituimos el tradicional bollo de masa por hojaldre.

Ingredientes para 4 personas: 1/2 kg de harina, 300 g de mantequilla, 100 g de almendra molida, 1 huevo, sal, 1 sorpresa.

Preparación

PreparaciónLa víspera se elabora la masa -también puede ser congelada-. Para ello se tamiza la harina sobre la mesa dándole forma de volcán; en el centro se echa un cuarto de litro de agua, una pizca de sal y 75 gramos de mantequilla ligeramente ablandada; la masa se trabaja, se moldea una bola y se deja reposar durante una hora en un lugar fresco.

Tras el reposo, se extiende la masa en forma de círculo con un espesor de dos centímetros; encima, se pone el resto de la mantequilla, se dobla en cuatro partes, se extiende en forma de rectángulo y se deja reposar en un lugar fresco durante 20 minutos; luego, se extiende en el otro sentido y se deja reposar de nuevo; por último, se moldea una bola, se mete en una bolsa de plástico y se introduce en el frigorífico.

En el momento de preparar el roscón, se añaden a la masa las almendras molidas y se trabaja aplastando con el rodillo hasta acabar moldeando una rosca de unos ocho milímetros de espesor; después, se le dan unos pequeños cortes en los bordes y se introduce la sorpresa.

Se coloca el roscón en una bandeja de horno humedecida, se pinta con huevo batido y se hornea a temperatura media durante 20 minutos o hasta que adquiera color dorado.