Plagas

La oruga procesionaria adelanta su llegada en Málaga y desata todas las alarmas

Se trata de un insecto cubierto de pelos urticantes capaces de provocar irritación, lo que supone un riesgo tanto para personas como animales

En el barrio de Las Flores "la situación es crítica", afirman algunos vecinos

Málaga inicia los tratamientos contra la procesionaria del pino

Oruga procesionaria.

Oruga procesionaria. / La Opinión

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

Madrid, Murcia o Islas Baleares son solo algunos de los lugares de España en los que han saltado las alarmas por la pronta bajada de la oruga procesionaria, un insecto cubierto de pelos urticantes capaces de provocar irritación, lo que supone un riesgo tanto para personas como animales.

En Málaga, este insecto también ha adelantado su llegada a la ciudad. Y es que es una de las plagas más importantes sobre los pinares mediterráneos.

La llegada anticipada de la oruga en la ciudad malagueña se debe fundamentalmente al clima: "El adelanto tan temprano de la oruga se debe a que cada vez tenemos inviernos menos fríos y temperaturas excepcionalmente cálidas", explica Íñigo García Uriarte, responsable del Centro de Excelencia de Aves y Fitosanitarios Rentokil Initial. 

Las orugas procesionarias miden unos 4 centímetros

Las orugas procesionarias miden unos 4 centímetros / La Opinión

Las cálidas temperaturas o la escasa lluvia de este último año, son dos factores clave que han hecho que ahora la procesionaria encuentre mejores condiciones para reproducirse más y durante más tiempo, incrementando su presencia más allá de su época habitual: "La aparición de esta oruga se suele dar en primavera", indica el experto. 

A finales de noviembre, Málaga inició los tratamientos contra la procesionaria del pino; sin embargo, la situación parece no mejorar. 

En la capital, las procesionarias se han hecho con las zonas urbanas, afectando a residentes de algunas zonas. En el barrio de Las Flores "la situación es crítica", afirman algunos vecinos: "Llevamos desde antes de mediados de enero, que aparecían por la calle Obispo Pedro de Moya y Obispo Juan de Lancaste, encontrándonos filas de procesionarias avanzando por las aceras", cuentan. 

Orugas procesionarias en la barriada de Las Flores

Orugas procesionarias en la barriada de Las Flores / La Opinión

"La aparición de esta oruga se suele dar en primavera"

La plaga de procesionarias afecta a estos vecinos, ya que "han entrado en los portales y casas situadas en zona baja. Se hace imposible sacar a pasear a nuestras mascotas dado el peligro que conlleva para ellas, y evitar pisarlas y llevarnos esas toxinas en los zapatos", sostienen. 

"Cuando tengo que sacar a mi perro, lo hago en brazos desde mi piso hasta salir de la calle, ya que se encuentran también trepando paredes", añade otro vecino.

"Han entrado en los portales y casas situadas en zona baja", cuentan vecinos de Las Flores

Ante esta situación, los residentes dieron aviso: "Los vecinos nos pusimos en alerta para evitar una plaga, contactando rápidamente con el Ayuntamiento, el cual nos dijo que pondrían un aviso. La solución que pone el Ayuntamiento es ir a barrer la zona de esos portales y nada de fumigar", denuncian. 

Sin embargo, desde el Consistorio aseguran "que la mayoría de procesionaria que pueda haber en la ciudad es de pinos privados, que no hayan sido tratados".

Cómo son estas orugas

Estas orugas son peludas, de color marrón anaranjado con bandas azules: "Se mueven en procesiones ya sean en árboles o en el suelo.  Las orugas construyen bolsones de tela blanca entre las ramas y el follaje de los pinos", cuentan en MacroNatura. 

Efectos

A pesar de sus apenas 4 cm. de longitud, la procesionaria tiene una enorme capacidad para generar daño a animales mucho mayores que ella. Sus pelos se denominan "tricomas" y tienen efecto urticante.

Se calcula que cada individuo posee alrededor de 500.000, listos para ejercer de dardos envenenados en el momento en el que se sienten en peligro.

La procesionaria está cubierta de pelos urticantes, capaces de provocar irritación

La procesionaria está cubierta de pelos urticantes, capaces de provocar irritación / La Opinión

Debido a la elevada toxicidad de sus tricomas, estos insectos son extremadamente peligrosos, especialmente para los niños y los animales domésticos que, debido a la curiosidad que generan, pueden llegar a tocarlos con todos los riesgos que esto conlleva: "A los perros se les puede necrosar la lengua", subraya Íñigo.

Se calcula que cada individuo posee alrededor de 500.000 pelos

Un mínimo contacto con esta especie puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas e incluso la muerte en determinados casos

Métodos para acabar con esta plaga

Para controlar la plaga, se han desarrollado numerosas técnicas, entre ellas métodos biológicos como las trampas de feromonas: "Estas atrapan a los machos, lo que consigue que haya menos apareamiento y no se reproduzcan. Existen también los collares trampa, es un anillo alrededor del tronco del árbol,  que lo que hacen es que cuando desciende la procesionaria se les obliga a meter en un recipiente para quedar atrapadas".

Carbonero común

Carbonero común / La Opinión

Asimismo se puede hacer un tratamiento insecticida de etnoterapia.  Tratamiento que llevan a cabo desde el Ayuntamiento de Málaga: "Debe hacerse en otoño, como máximo mediados de diciembre. En Málaga no más allá de la  primera quincena de noviembre", apunta el responsable del Centro de Excelencia de Aves y Fitosanitarios Rentokil Initial. 

Íñigo también propone otra solución: la construcción de nidos de ciertas aves: "Los carboneros se alimentan de estas orugas, por lo que se puede facilitar o incentivar la creación de dichos nidos", señala.