­Más de 2.000 litros de ajoblanco, 400 kilos de uva, 100 kilos de pasa y 100 litros de vino moscatel se repartirán este sábado en el municipio axárquico de Almáchar con motivo de la Fiesta del Ajoblanco, un encuentro tradicional que celebra este sábado, 5 de septiembre, su edición número 47.

La fiesta gastronómica con más solera de la provincia mantiene viva la tradición que nació en el año 68. Un evento que tiene como premisa degustar algunos de los productos embajadores de la tierra y ensalzar sus virtudes entre los visitantes. Degustaciones gratuitas, un espectáculo flamenco y una panda de verdiales amenizarán la jornada. También habrá una verbena nocturna hasta que el cuerpo aguante y este año se suman las canciones de rueda, una tradición originaria que se rescata para no perder la esencia de esta fiesta. El museo de la pasa también tendrá sus puertas abiertas para que aquel quiera visitarlo, aproveche la ocasión y lo conozca de manera gratuita.

El alcalde de Almáchar, José Gámez, acompañado de la delegada territorial de Turismo, Monsalud Galindo, y el diputado de Participación, Félix Lozano, presentaron ayer la fiesta en rueda de prensa. Un encuentro en el que Gámez explicó que un centenar de voluntarios velarán para que el evento se desarrolle con normalidad y que contará con Manuel Molina Lozano como pregonero. El presidente de TSS Group, uno de los mayores grupos de agencias de viajes de Centro Europa, tiene sus raíces en Almáchar, en concreto, su madre nació en esta localidad a la que ha estado ligado a pesar de vivir en Alemania. El sábado abrirá de forma oficial la gran fiesta del municipio que arranca a las 12.00 horas y supone la primera que celebra la provincia en septiembre, frente a un calendario lleno de encuentro de singularidad turística las próximas semanas, según expresó el diputado Félix Lozano.

El propio alcalde del municipio explicó cómo el ajoblanco era un plato humilde que alimentaba a familias completas y el paso del tiempo lo ha situado en la alta cocina. «Nosotros somos cuna del ajoblanco», ensalzó el regidor almachareño, que explicó a modo de anécdota que la leyenda sitúa al municipio como el núcleo inicial donde se fraguó esta receta elaborada a base de migas de pan, ajos, almendra cruda, aceite de oliva, vinagre y sal. Un ingeniero visitó la localidad y al probar la sopa fría quedó tan asombrado por su sabor que no dudó en trasladar la receta al Círculo Mercantil y propagarla entre amigos y conocidos. El origen de la fiesta se remonta a la necesidad de acercar a las autoridades políticas del momento al municipio para que vieran la necesidad de mejorar las carreteras de la zona. Una vez allí se les repartia ajoblanco de forma gratuita. Eso dio paso a la Fiesta del Ajoblanco, una cita que se ha consolidado y está declarada como singular y de Interés Turístico nacional de Andalucía.