La historia mundial ha dejado cientos de prisiones por todo el mundo con las que plasmar en la memoria histórica de la población sucesos y hechos pasados. La matanza de judíos por parte del nacionalsocialismo en la Segunda Guerra Mundial o el mercado de esclavos durante siglos en Senegal son algunos de los hechos a los que remontarse acudiendo como visitante a algunos de estos lugares, aunque también se pueden conocer las historias de famosos presos que no lograron, o sí, escapar de penales tan memorables como la cárcel de Alcatraz, en San Francisco.

Si lo que quieres es conocer algo de la historia más escabrosa en algunos de tus viajes, toma nota. Aquí van cinco imprescindibles.

Campo de concentración de Auschwitz - Oswiecim, Polonia

Situado en los territorios polacos tomados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, a unos 43 kilómetros de Cracovia, fue el campo de exterminio más grande de la historia del nacionalsocialismo. Aquí, bajo la supervisión del cruel Heinrich Himmler, fueron encarceladas aproximadamente un millón trescientas mil personas. Murieron un millón cien mil, muchas de ellas judías. En la puerta de una de las entradas se podía leer 'Arbeit macht frei' ('El trabajo libera'). Fue abierto en 1940 y liberado cinco años después por las tropas soviéticas. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1979.

La Torre de Londres - Inglaterra

La Torre de Londres. Getty Images

Se denomina oficialmente el Palacio Real y Fortaleza de su Majestad. Fue construido por Guillermo el Conquistador en 1078, siendo un símbolo de la opresión en Londres por parte de la nueva élite gobernante. Desde al menos 1100, el castillo fue usado como prisión, aunque no era ese el propósito en un principio.

El primer prisionero que cruzó sus puertas fue el obispo Flambard, y entre sus muros fueron ajusticiadas Ana Bolena o María Estuardo, aunque su historia suma ocho siglos de ejecuciones, torturas, e incluso asesinatos. A pesar de que el edificio ha pasado casi inalterado a lo largo de los siglos, hoy la Torre de Londres solo es una atracción turística.

Prisión de Alcatraz- California, Estados Unidos

Alcatraz. Getty Images

Los cuarteles disciplinarios de EEUU en Alcatraz fueron adquiridos por el Departamento de Justicia del país en 1933 y el islote de San Francisco donde se encuentra se convirtió en una prisión de la Agencia Federal de Prisiones en 1934. Durante los 29 años que estuvo en uso pasaron por ella célebres criminales como Al Capone, Robert Franklin Stroud (el 'Hombre Pájaro de Alcatraz') o Alvin Karpis, quien pasó más tiempo en la prisión que cualquier otro recluso. Era tan inexpugnable que fue conocida como 'La Roca'. Aun así, hubo 14 intentos de fuga. Hoy forma parte del Parque Nacional Golden Gate.

Castillo de If - Marsella, Francia

Castillo de If. Getty Images

En la bahía de Marsella se contempla esta prisión mítica, conocida en todo el mundo por la pluma de Alejandro Dumas, ya que se basó en ella para escribir 'El conde de Monte Cristo', en 1844. Fue construida como fortificación entre 1527 y 1529 en una pequeña isla del archipiélago de Frioul. Como cárcel estuvo funcionando entre 1580 y 1871, aunque se mantenían sus labores de fortificación por su estratégica ubicación para proteger la ciudad de posibles invasores. Así, los visitantes pueden embarcarse hacia la mítica prisión cogiendo un ferry en Vieux Port, ya que ha sido puesta en marcha de nuevo para el turismo este verano.

Penitenciaria de la Isla de Gorea - Dakar, Senegal

Penitenciaria de la Isla de Gorea. Getty Images

Durante más de tres siglos, la Isla de Gorea fue el mayor mercado de esclavos para Estados Unidos, el Caribe y Brasil. Al menos 20 millones de personas fueron vendidas en las orillas de este lugar de Senegal y fue allí donde se creo la llamada 'Maison des Esclaves'. Convertida ahora en museo, incluía unas salas para hombres, mujeres, mujeres jóvenes, niños y otra para recuperar peso. Se tenía especial cuidado en que los llantos de los niños no pudieran ser escuchados por sus madres, para evitar que éstas sufrieran y perjudicaran su estado de salud, y se exponía a las personas en la escalinata del lugar cada día a la hora de ser vendidos. En 1848 se cerró. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1978 y hoy se trata de una visita imprescindible para todo el que viaja a Senegal.