Semana Santa 2024

La Sagrada Cena y el regalo de la Eucaristía

Con la hermandad centenaria, el sacrificio sacramental que se renueva en cada misa se barroquiza el Jueves Santo cuando el Señor pronuncia su sermón imperecedero ante su colegio apostólico desde la calle Compañía

La cofradía se echó a la calle consciente de que los pronósticos del tiempo le eran favorables, pero manejaba planes alternativos para recortar camino en caso de lluvia

Salida de la cofradía de la Sagrada Cena.

Isabel Cisneros

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

Jueves Santo. Cristo instituye la Eucaristía. Es su mayor legado. Su mejor regalo. Supone su propio sacrificio, el de su cuerpo y el de su sangre redentora derramada. En la Última Cena se perpetúa y se queda para siempre pronunciando un sermón imperecedero: "Tomad y comed" que se conmemora en cada misa. Y se renueva cada domingo. Y los cofrades también la adoran con fervor en el sagrario. Y en Puerta Nueva se trabaja a diario, con todos los sentidos puestos en esta labor, para que este misterio se manifieste y salga a las calles de Málaga de la forma más barroca posible. Es cuestión de fe.

Y por esa fe compartida, los cofrades son miembros de la Iglesia. Por la fe, se hiceron hermanos de su cofradía, y no de otra. Por la fe se reúnen en torno a sus sagrados titulares. Por la fe les rinden culto y se unen a sus plantas en quinarios, triduos o novenas. Es la experiencia de esa fe la que les guía y anima, la que les une, como cofrades, a las imágenes, que tanta compasión, sosiego y calma les inspiran. Clavos ardiendo a los que aferrarse cuando vienen mal dadas. Referentes que atraen amor, cariño, devoción y que aglutinan a personas de toda índole y condición que las tienen como nexo y por las que se hacen llamar hermanos. Es por la fe que comulgan y asumen la presencia real de Dios en el sagrario en la misa. Y es también por esta misma fe, que año tras año, salen a la calle para manifestarla públicamente.

Desde hace cien años, estos mismos cofrades defienden la presencia real y viva de Cristo en el sagrario. Pero también saben rezar a la imagen del Señor que rememora el sacrificio eucarístico rodeado de doce apóstoles. Convencidos de la responsabilidad que tenían y tienen entre manos. Nombres consagrados en esto de las cofradías, como Miguel Luque Paredes, su primer hermano mayor, Juan Manuel García Campos, el encargado de la reconstrucción, Juan Casielles, el ideólogo de la misma o Rafael López Taza, que ha echado los dientes en su hermandad y desde hace ya 18 años es su máximo responsable y artífice de la revolución experimentada por la corporación.

Y ya fuera en la Victoria, en El Perchel, en el Centro, o en El Perchel otra vez. O en Domingo de Ramos o en Jueves Santo. La Cena constituye, per se, un punto de referencia. Es como una culminación. Como un valor al alza, ahora más que nunca. Sinónimo de rigor y seriedad que, en absoluto, entran en conflicto con el carácter gozoso de su puesta en escena procesional.

Salida procesional de la cofradía de la Sagrada Cena de Málaga, el Jueves Santo.

Instantes previos a la salida de la Sagrada Cena. / Álex Zea

La antigua Posada de San Rafael, ahora sede de Turismo Andaluz volvió a convertirse en el lugar de encuentro donde se dieron cita todos los nazarenos, lo que permite una salida pulcra y ordenada. Aires jerezanos en las túnicas de los penitentes y también en los niños paveros, que se encargan de la siempre difícil tarea de mantener los cirios encendidos. De pronto, la calle era roja. El público aplaudía la decisión de la Cena: salía.

Los pronósticos meteorológicos le eran favorables. Descartaban lluvia durante el tiempo en que la cofradía estuviera haciendo procesión. Eso sí, avisaban de posibles chubascos a partir de las 00.30 horas. Eran los datos que manejaba la corporación. Y aunque el encierro de la cofradía estaba previsto para antes, no estaba de más ser previsores y, ante la duda, se optó del tirón por suprimir el itinerario el paso por Santa María, San Agustín y Duque de la Victoria, con el objetivo de ahorrar, al menos, 30 minutos. Entre las alternativas, también estaba obviar la subida a la mítica Casapalma para salir a Carretería directamente por Tejón y Rodríguez, lo que permitiría llegar aún antes. Cuando la cofradía discurría por Molina Lario, de hecho, algunas leves gotas de lluvia se dejaron notar.

A los sones un año más de la agrupación musical de la Redención de Córdoba, que unía varias marchas seguidas, salía el trono del Señor de la Sagrada Cena de su casa hermandad. Guadalupe, hija de Luis Álvarez Duarte, autor de los titulares y el colegio apostólico de la cofradía, ha sido la encargada de dar los toques de campana. Ha regalado una gubia de su padre, que lleva en el cinto la imagen de Santiago el Menor, su autorretrato. La cofradía ha mostrado, desde que falleciera Luis, mucho interés en mantener el contacto con la familia y este vínculo se ha estrechado gracias a la mediación de Ventura Gómez Rodríguez, discípulo del malogrado escultor, que ahora se encarga de la conservación de las imágenes de la Cena.

Salida de la Virgen de la Paz, de la Sagrada Cena | Jueves Santo 2024

Ignacio A. Castillo

Con 'Perdona a tu pueblo' enlazada con la Marcha Real salía a la calle el misterio de la Cena. Flores variadas en tonos morados componían el adorno que también incluía elementos sacramentales, como uvas, espigas y pan. Del tirón, sin bajar, llegaba el Señor de la Cena hasta Fajardo, con 'Pan de Vida', 'Nazareno de la Trinidad' y 'El Santísimo Sacramento'.

Tras el Señor de la Cena, la calle Compañía se teñía del azul. Azul de Paz. Sus nazarenos antecedían al trono de la Virgen, que estaba a punto de salir. Un año más, le acompañaba la banda con la que comparte nombre: la de la Paz del colegio Rosario Moreno, que atacó 'Pasan los Campanilleros' para las primeras mecidas.

Salida procesional de la cofradía de la Sagrada Cena de Málaga, el Jueves Santo.

María Santísima de la Paz. / Álex Zea

Es difícil entender mejor un trono y su función procesional. Los hombres de trono de la Paz logran, cada año, desafiar cualquier física. Se saben poderosos, pero tratan a la imagen con la misma delicadeza con la que cualquier hijo atiende a una Madre buena. Ella, autora de los milagros más bonitos, volvía a ganar la partida del corazón. Rodeada de velas rizadas, cuatro grandes esquinas de flores servían de base a sus arbotantes. En julio la cita será ineludible para conmemorar el centenario de la cofradía. Y será desde la Victoria. Los calendarios llevan marcados en rojo mucho tiempo. El día 13, en concreto. La Virgen será traslada al Santuario de la Patrona, donde se fundó la corporación, y estará en veneración y presidirá una misa estacional antes de regresar en extraordinaria en su trono de Semana Santa desde la casa hermandad del Rocío.