Cómo se nota que la información meteorológica se realiza desde el centro. Que cuando va a nevar en Navacerrada toda la península debe sacar el abrigo. Anunciaron al principio de la semana que la primavera recién estrenada se acababa de repente. Que volvía el invierno. Que podíamos ir sacando las bufandas. Que las temperaturas caerían de golpe diez grados. Y que irían acompañadas de viento y tempestades.

¿Por qué será que desde siempre tengo la apreciación de que el norte manda más que el sur en esto de la información, en la del tiempo y en de todo lo demás? Será porque quienes ocupan las sillas del mando proceden de arriba, o del centro, y no de abajo. Y hablo de geografía.

El martes ya vimos en los informativos a gente con paraguas y chubasqueros por San Sebastián, por Asturias y por Galicia. Es verdad que había vuelto el temporal al norte. Y que en León y en La Rioja ha hecho un frío que pela. ¿Pero qué pasa en el sureste? ¿Los de entre Almería y Valencia no contamos? Yo comprendo que la información meteorológica tiene mucho tirón. Que te atrapa y no te suelta, y que si anuncias temporal, adversidad, rayos y truenos, todavía vende más. Pero que cuenten la verdad.

Que digan que una vez que han cambiado la hora, o séase, ya mismo, semana arriba semana abajo, por aquí entramos casi sin darnos cuenta en un largo verano de seis meses, con temperaturas suaves casi hasta que vuelvan a cambiar la hora el 28 de octubre. Así es que feliz y caluroso semestre.