El nombre del titular no es mío, lo he copiado al verlo por ahí. Pero es tan de cajón que ya no es de nadie porque es lo que siento viendo la bochornosa deriva que La 1, la tele pública, está haciendo con TVE en casi todo lo que toca. El pasado fin de semana ha llevado al paroxismo lo que digo, ya sea en formato entretenimiento, como se vio el sábado en 'Objetivo Eurovisión' para elegir el representante español en ese festival, o en el Telediario, que el domingo se convirtió en un espectáculo lamentable presentado por un Pedro Carreño entregado a la causa del Congreso del PP con aire de impunidad, tal como apuntaba Xabier Fortes, ex director de 'La Noche en 24H' y miembro en la actualidad del Consejo de Informativos de TVE.

Lo de Eurovisión y los llamados mil veces 'euro-fans' por el presentador Jaime Cantizano se está convirtiendo en un grupo tan peligroso y fanático como los padres de los jugadores de fútbol infantil. La bronca, el griterío, la mala educación, la falta de previsión, lo cutre, el jurado de chichinabo, el escenario de risa, el presentador desbordado, y hasta la guitarra del ganador, Manel Velasco, que no llegaba cuando hizo falta dieron a 'Objetivo Eurovisión' la dimensión de la catástrofe rubricada por la audiencia, que le dio la espalda.Lo del Telediario, Pedro Carreño, y el PP, es peor

. Este señor, al que hay que ponerle un cero en telegenia y un diez en docilidad y entrega al partido, llevaron ese noticiario, una vez más, al rincón de los aduladores, de la falta de rigor, de descrédito y la vergüenza. El mundo feliz del PP, en contraste con el apocalipsis que viven otros partidos, es dogma para una TVE puta que además pone la cama. Con el dinero de todos.