Cuántas veces, viendo los planos de recurso con imágenes de la playa del Postiguet ilustrando la bonanza de nuestro clima en el kilométrico espacio de 'El tiempo' de TVE, he pensado en el viaje y las alforjas. En qué ha quedado Alicante en el contexto de los informativos de la televisión pública, si es que alguna vez significó algo. Tan largo camino para llegar hasta aquí, hasta poco menos que la nada. Puede que mis palabras suenen a exageración. Pero ya quisiera equivocarme. Por desgracia, se aproximan más de lo que muchos imaginan a la realidad.

Partimos de que los centros territoriales de TVE nunca han nadado en la abundancia, que a pesar de los 40 años transcurridos desde que se fundaron siempre han tenido algo de parientes pobres. Pero el caso de Alicante es especialmente sangrante. Mientras en Logroño, Santander, Murcia o Pamplona cuentan, mal que mal, con casi media hora diaria para contar lo que pasa por aquellos lares, la cuarta provincia más poblada fue prácticamente borrada del mapa, salvo el del tiempo.

Quedaba el comodín del fútbol, pero dados los derroteros del Hércules y el Elche, se lo ponen difícil a los editores. Y pasan semanas y pasan meses y pasan años sin que nuestras poblaciones de más de 30.000 habitantes, que son tantísimas, hayan sido citadas una sola vez en las desconexiones territoriales.

Con esto no quiero lanzar ninguna piedra en el tejado de los trabajadores. Todo lo contrario. Porque los valoro y los respeto, y les he seguido desde que era adolescente los tiempos de Aitana en blanco y negro, conociendo los nombres de todos ellos, lo expreso en voz alta. Tener una delegación abierta para nutrir planos de recurso del Postiguet cuando hace calor o frío tiene que desmoralizar a cualquiera que no se sienta funcionario en servicios mínimos.