Este martes, al igual que la semana pasada, el programa de 'Adán y Eva' dio mucho que hablar. Si en el programa anterior descubrimos que aún quedan jóvenes que no saben donde está la Alhambra o el río Manzanares, ayer los concursantes volvieron a sorprender a los espectadores con sus extravagancias, sus expresiones sensibles y su sinceridad.

La segunda entrega del reality nudista de Cuatro estuvo repleta de 'encontronazos', y es que tanto Eva como los Adanes no terminaron de encajar. Mientras que Iván, el gallego, prefiere el mundo hippie y su furgoneta, la protagonista Miriam, se siente más identificada con los hoteles de lujo y la riqueza. Con estos componentes la noche ya prometía bastante. En el primer contacto, Miriam espetó: "¡Socorro! Estoy aquí con un hippie, que alguien me saque de la isla!". Una respuesta que contrasta con la definición que ella tiene de si mima: "Yo soy una pija, me gusta que me sirvan".

En su primer encuentro, la cosa no iba demasiado bien y si a eso le sumamos el 'conflicto' que nuestra Eva tiene con sí mismo la cosa se complica aún más: "Tengo un conflicto con mi yo y es que no puedo dormir con nadie. Así que yo me quedo con la cama y tú duermes fuera". Este programa no deja de sorprendernos ye s que mientras que Iván intenta buscar su sirena en el mar, Miriam comentó que ella era lesbiana hasta que vió a un 'tío cachas' y le gustó.

A pesar de las diferencias, todo parecía marchar a la perfección hasta que en el paraíso paralelo que los concursantes se habían creado para ellos mismos irrumpió un 'segundo Adán' con mucho encanto llegado desde francia. Álex, un chico muy guapo que habló a nuestra Eva en francés y logró conseguir un beso nada más entrar, algo que no le hizo ninguna gracia al Adán bohemio.

Tras celos y encuentros bastantes incómodos para el trío, Miriam e Iván se vieron vestidos con su ropa habitual y decidieron iniciar su historia de amor particular. Habrá que esperar a las próximas semanas para ver si el amor finalmente surge entre estas dos personas tan diferentes.

Álex le habla en francés a Miriam y ella le premia con un beso.