Han pasado 11 años desde que la serie ‘Un paso adelante’ llegara a su fin. No son tantos como los 16 que han pasado desde el final del primer ‘Operación Triunfo’, pero suficientes para hacer un reencuentro ahora que están tan en boga. En la noche del miércoles tuvo lugar la reunión en ‘El hormiguero’.

No estuvieron todos los integrantes de la serie, que tenía un reparto coral extensisímo, compuesto por jóvenes estudiantes y profesores un poco más experimentados. Podemos decir, pues, que el programa se limitó a juntar a la mayor parte de los actores que conformaron después de la serie el grupo pop UPA Dance. Estaban Miguel Ángel Muñoz, Beatriz Luengo, Pablo Puyol y Mónica Cruz. Faltaban otros componentes de la banda como Silvia Marty o Dafne Fernández.

Los cuatro invitados entraron al plató con banda sonora. El programa eligió su éxito ‘Sámbame’ para darles la bienvenida, lo que emocionó a Mónica Cruz, que se puso a llorar. “Es la primeravez en 10 años que nos juntamos”, confesaba la actriz, hermana de Pe. Miguel Ángel Muñoz aprovechó para saludar al resto de compañeros de la serie, y les invitó a reunirse todos para cenar algún día.

El grupo de Whatsapp, muerto

El encuentro de ayer dio para mucho. Se habló de los romances que surgieron dentro de la serie, de lo mucho que gustaba a los guionistas desnudar a los actores y de cuál es la relación que mantienen hoy día.

A propósito de esto último, parece que la amistad existe como no podía ser menos, pero el grupo de Whatsapp no fluye tanto. De hecho, hasta que no se hizo pública la existencia de un grupo de Whatsapp de los ‘triunfitos’ de ‘OT 1’, a los actores de ‘UPA’ no se les ocurrió iniciar el suyo propio, como recordó Beatriz Luengo. Y Miguel Ángel Muñoz confesaba después que, unas pocas semanas después, “el grupo está un poco muerto. Las más activas son las chicas”. “No habla nadie”, confirmó Mónica Cruz.

Los líos amoroso de ‘UPA’

Pablo Motos no pierde una oportunidad para hablar de romances y sexo, que eso es lo que pide la audiencia. Así que soltó la pregunta de rigor: "¿Hubo sexo entre vosotros?". Mónica miró de reojo a MAM, con el que tuvo una relación durante la etapa que duró la serie. “¿No había tiempo para eso, verdad Miguel Ángel?”, bromeó Cruz con su expareja, cómplice. "No, no había tiempo, así que ligué con mi compañera de reparto", dijo el actor confirmando lo que ya todos sabíamos.

Beatriz Luengo también se lo tomó a broma y afirmó con sorna que en la serie se enrolló con todos. Pero la realidad es que del rodaje de ‘Un paso adelante’ salió una sólida pareja que a día de hoy sigue junta, feliz y con un hijo. Beatriz conoció al cubano Yotuel Romero -integrante del grupo Orishas- cuando ella era Lola y él, Pavel.

El amor y la química sexual fue algo muy presente en la ficción de Antena 3. Las escenas eran de lo más sugerente. Motos quiso constatarlo con un vídeo, para demostrar cómo en ‘Un paso adelante’ los protagonistas se quitaban la camiseta a la primera de cambio.

Pablo Puyol y Miguel Ángel Muñoz afirmaron al respecto, con sorna, que la tableta de cuadraditos que tenían por aquel entonces se debía a que tenían que "contener la respiración" constantemente. "Apretábamos el abdomen todo el rato", dijo MAM.

Las confesiones de MAM y Mónica Cruz

Después de los bailes y la gira de UPA Dance, todos pensábamos que los actores de la serie eran unos cracks todoterreno, capaces tanto de bailar como de cantar mientras al mismo tiempo actuaban. Pero parece que no del todo. Mónica Cruz desveló que, aunque participara en la gira del grupo hace 15 años, ella se limitaba a moverse, porque cantar no cantaba.

Miguel Ángel, por su parte, relató cómo, para conseguir el papel, mintió en el casting y puso todo tipo de excusas para no tener que bailar. Hasta llego a inventarse que tenía un esguince de tobillo. El joven actor practicaba 8 horas al día, pero finalmente confesó que "no estaba al nivel del resto". Aún así, los productores de la serie decidieron darle la oportunidad que le llevó al estrellato. El actor se mostró muy agradecido con ellos.

El momento divertido de la noche, cuando se transformaron en enanitos bailongos.