La continuidad de José Luis y la visita de su mujer, Inmaculada, los daños colaterales del juego de las recompensas envenenadas, la tensión por la expulsión y la presencia de Oriana en el Palafito marcaron el arranque de la última gala de ‘Superviviente’s, con un Jorge Javier Vázquez en estado de gracia y al que el éxito de audiencia de esta edición le debe mucho porque si en algo es un maestro el catalán es de sacar de donde parece que no hay.

Este fin de semana, el próximo sábado 24, es el segundo aniversario de Kiko y Gloria Camila. El joven, en la soledad de la casita del árbol, le dedicó todo tipo de pensamientos y reflexiones, además de guardarle su ración de comida diaria aunque al final cayera en el mismo estómago todo. Suspiró por el reencuentro con su pareja, pero la audiencia sabe mucho y no se lo va a poner fácil a los tortolitos. Diríamos que en este caso la decisión de expulsar a la hija de Ortega Cano fue hasta cruel.

Lo que no esperaba era el regreso de fantasmas del pasado, uno en concreto rubio platino, con una lengua viperina y de nombre Oriana. Y no iba de visita, llevaba saco para quedarse. La tronista tiene la misión de convivir con el expulsado y conocer de verdad lo que es pasar hambre, no tener baño ni ninguna de las comodidades a la que está acostumbrada la joven. Atentos porque la chica apunta maneras de deleitarnos con momentazos desde el Palafito.

Creía Gloria que dormiría en un colchón y con sábanas limpias, pero nada más lejos. Toda la alegría de la hija de la 'más grande' se vino abajo minutos después. Mientras, su pareja regresó a la casita del árbol con el anillo y se encontró con la sorpresa vestida con un bikini dorado último modelo, extensiones, vamos, sacada de un anuncio de Calcedonia. Segundos se presentó Camila, con cara de perro antes de ver lo que le esperaba, pero no por lo que le esperaba en realidad, sino porque Gloria está deseando coger un avión de vuelta a casa. Es tal la necesidad de volver al mundo civilizado que le da lo mismo dejar a su chico solo ante el peligro. Por cierto, Oriana se llevó broncón por compartir con los tortolitos su percepción de la competición. Nos tememos que le dé mucho trabajo al presentador en las dos próximas citas con Honduras de la semana que viene.

José Luis regresa, pero la recaída amenaza

La baja del cocinero alivió a muchos. Sus detractores parecían más relajados y constataron en repetidas ocasiones los buenos pescadores y cocineros que son por sí mismos. "Nadie es imprescindible", recordó una de sus máximas detractoras, Laura. Solo Iván y Paola parecían echarle un poquito de menos, pero no una barbaridad.

El chef estuvo toda la semana recuperándose del cólico nefrítico que le sobrevino en la gala de la semana pasada. Mientras se lamentaba de la soledad y de no haber podido probar bocado, le sorprendió su mujer con una tarta por su cumpleaños. En la Cabaña Presidencial recibió el diagnóstico del médico, nada halagüeño porque tiene una piedra en el riñón izquierdo y tiene muchas probabilidades de que se repita. A pesar de eso, decidió seguir concursando hasta que el cuerpo aguante, eso sí, ya la avisó Lara Álvarez, debe hidratarse y en cuanto note un dolor lumbar o en el vientre debe avisar al programa.

Karma escatológico

Laura y Alejandro se picaron de veras. La Matamoros le reprocha que le haya hecho sentir culpable por tener que llevar los ojos cubiertos. El modelo, que sufrió un ataque de ansiedad con el mega sandwich de la ganadora de GH VIP, se sintió arrepentido y le pidió disculpas por enésima vez. Lo de Paola fue peor y el presentador le avisó que iba a recibir de lo lindo. La italiana es tan graciosa como pesada y quejicosa. La concursante se saltó las normas constantemente, 34 ocasiones, y fue reprendida por el conductor y fue sancionada por la organización con estar a oscuras durante 24 horas. Brecha entre Juan Miguel y Alejandro. El peluquero le acusa de hablar mal de todos los compañeros y el joven apenas tiene argumentos para rebatirlo.

Creía Iván que el rapado iba a hacerle perder admiradoras, pero seguro que la cagalera ha echado por tierra su fama de galán. Momento escatológico, segundo de esta entrega, con el que la exmujer de Feliciano López y la hija de Matamoros se lo pasaron pipa. El segundo lo procuró Alejandro y su incontinencia urinaria, reprendida por la modelo. El líder de la semana tiene la mala manía de micionar en la orilla y a pocos metros de donde tienen establecido el campamento.

'Edmuncito' te equivocaste de programa

Edmundo Arrocet se presentó pletórico en el plató, con unas de sus emblemáticas camisetas, y con ganas de analizar su paso por el concurso. Jorge le reprendió su falta de participación y que pareciera agazapado. Lo trató de justificar asegurando ser una persona tímida y que suele huir del protagonismo de las cámaras. "¿Te has equivocado participando en Supervivientes?", le cuestionó Jorge. El chileno contestó con un no rotundo. "Uno no puede suspirar por estar en zona muerta porque es el lugar de los expulsados. En este concurso se trata de compartir la experiencia con los espectadores", le echó en cara el anfitrión. "Mi autocrítica es que debería haber hecho más televisión", le confesó el novio de María Teresa Campos. "En la casita de árbol te mostraste de una forma que si lo hubieras compartido con tus compañeros hubieras sido un claro finalista", sentenció el autor.

Jorge Javier, ¿en Honduras?

Bajón monumental de Laura en las nominaciones. "Esto es muy duro y si me quitan a mi único apoyo...", le admitió a Jorge en referencia a la expulsión de Gloria Camila. La joven se siente desamparada sin su amiga y con la mueca de puchero, a la que ya ha recurrido en más de una ocasión, pidió que alguien de su entorno fuera a verla, incluido la última opción, su padre, si el resto no podía. Vázquez nos dejó noqueados al sugerir que sería él mismo el que viajaría a Honduras. Y cuidadín que ya dejó caer en alguna entrevista antes de arrancar esta edición que le encantaría presentar una gala in situ. ¿Veremos al catalán en la Palapa junto a la asturiana? Como el que vivirán la semana que viene Juan Miguel, Paola y Alba, los tres nominados, uno de ellos se jugará la expulsión con Kiko, al que le quedan siete días de lo más entretenidos con la tronista.