Mollina es desde este viernes el epicentro y el punto de encuentro de los amantes de los belenes de todo el mundo. Y es que la localidad ya ha abierto al público el museo dedicado a estas representaciones más grande del planeta. Un edificio de gran magnitud y de calidad que cuenta con dos áreas expositivas: una interior dedicada en exclusiva a una muestra de belenes artísticos y otra exterior destinada al campo andaluz, con dos almazaras, distintos aperos y una casa popular.

"Han sido muchos años de documentación y al final estamos contentos. El reto que tenemos ahora es trasmitir y enseñar a las personas que vengan al museo lo que esto es para que sepan valorar lo que están viendo", explica el promotor de la Fundación Díaz Caballero, impulsora de las instalaciones, Antonio Díaz.

El museo consta de siete salas expositivas en las que se disponen los más de 60 belenes clasificados en dioramas -pequeñas escenas vistas a través de una ventana-; cúpulas -diseñadas en exclusiva para este museo-; y belenes monumentales que ocupan salas al completo como el del belenista arcense Antonio Bernal, el del madrileño José Luis Mayo o un belén popular de 25 metros que representa las 8 provincias andaluzas, de Vicente Rodríguez de El Puerto de Santa María.

En este último caso, el autor explica sus figuras son "de estilo costumbrista" y que componen un belén que ha requerido siete años de trabajo. "En el montaje hemos trabajado durante un año y medio para poder terminarlo y que le gusta el visitante", recalca Rodríguez, que manifiesta que este es el proyecto más importante de su vida.

Las puertas del museo ya se abrieron de forma previa el pasado fin de semana para que únicamente los vecinos de Mollina pudieran conocer las instalaciones. Hasta 1.000 ciudadanos se desplazaron hasta el edificio para acercarse al mundo de los belenes. "Todas las personas salieron diciendo que estaban muy contentas, no imaginaban tantas salas y tanta variedad", señala Díaz.

Así, el Museo de Belenes de Mollina permanecerá abierto durante todo el año. El promotor del mismo espera que en los próximos 12 meses hasta 60.000 personas pasen por las instalaciones, cifra que podría ir incrementándose conforme avancen los años y el espacio sea más conocido a todos los niveles. Además, en épocas como la Semana Santa habrá muestras específicas para que las instalaciones siempre vayan renovándose, de tal forma que el público siempre encuentre cosas nuevas en sus visitas.

"Yo no tenía tanta pasión para montar algo tan grande. En mi casa montaba belenes con mis padres y abuelos. Cuando empecé a estudiar Arquitectura me interesaban las perspectivas y empecé a ver belenes. Me encontré con el belenista Antonio Bernal y el me prestó su ayuda. Ahí se inició todo. No era la ilusión de mi vida hace 12 años hacer este museo, pero de un grano de arena se ha hecho una montaña", indica el promotor de las instalaciones situadas en Mollina.

Aunque tan sólo acaba de comenzar su andadura, en los talleres con los que cuenta el Museo de Belenes ya se trabaja para confeccionar nuevas representaciones que permitan renovar próximamente las distintas salas.