La noche de las Lágrimas de San Lorenzo ya es un clásico en las noches de verano. Pero lo que no todo el mundo sabe es que la denominación de «lluvia de estrellas» está mal aplicada a las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo.

El fenómeno que realmente presenciamos es la entrada en la atmósfera de un cometa llamado 109P/Swift-Tuttle, que fue descubierto en 1962 y del que se sabe que cada 135 años da la vuelta al Sol. Como consecuencia del calor, durante su viaje alrededor de dicha estrella, el cometa -del tamaño de una montaña de unos 26 kilómetros- comienza a descomponerse y a dejar una estela de polvo y fragmentos de meteoro.

A estas alturas del año, la Tierra penetra en esa estela de polvo y fragmento de meteoro por lo que las Perseidas no pueden considerarse lluvia de estrellas porque no son estrellas ni llegan a la superficie terrestre.

En definitiva, lo que se presencia durante la noche, son los fragmentos de meteoro descomponiéndose al contacto con la atmósfera terrestre.

Además este no es un fenómeno exclusivo de una noche, puesto que la Tierra está atravesando una estela, este acontecimiento se produce desde mediados de julio hasta finales del mes de agosto. Pero es en esos días cuando mejor se aprecia por encontrarse el planeta en la zona más densa de polvo.

Además este año se podrá apreciar de mejor manera, ya que en la noche del día 11 habrá luna nueva, por lo que habrá algo menos de luz en el cielo y se podrán apreciar mejor las estelas cruzando el cielo nocturno.

Las Lágrimas de San Lorenzo no son el suceso con mayor afluencia de «estrellas fugaces» pero sí son las que se producen en la mejor época del año, en la que se encuentran los cielos más despejados y en la que el tiempo permite más tregua a la hora de estar hasta altas horas de la madrugada en lugares abiertos.

Según diversos expertos, durantes las perseidas se producen 100 avistamientos a la hora en condiciones perfectas del cielo nocturno, aunque señalan que la mejor hora para presenciarlas es justo antes del amanecer, alrededor de las seis de la mañana. Pero para aquellos que no quieran esperar hasta el amanecer, las primeras horas del cielo nocturno también será un buen momento para presenciar este espectáculo.

Para presenciar la lluvia de meteoros de la forma más cómoda y eficaz posible, es recomendable acudir a un sitio alejado de las grandes ciudades, en el que la contaminación lumínica no dificulte el visionado del cielo. También es recomendable estar en oscuridad casi total, durante al menos una hora, para que la vista pueda acostumbrarse, por lo que es recomendable no mirar el teléfono móvil.

También se aconseja acudir a lugares altos, a poder ser que no se encuentren afluencias de árboles o montañas que puedan complicar el visionado del cielo. Dentro de la provincia del Málaga se recomienda ir a la zona de la Serranía de Ronda o a la Sierra de las Nieves.

Una vez se haya encontrado el lugar perfecto para presenciar el espectáculo -un sitio oscuro, alto y despejado- sólo queda por sentarse en una tumbona, ya que tumbado es como mejor se observa el cielo, envuelto con una manta por encima para evitar el frío que hará en la noche y con ropa de abrigo.

Las Perseidas podrán ser observadas sin ayuda de ningún tipo de artilugio complementario por lo que los prismáticos y telescopios pueden quedarse en casa, a no ser que los más fanáticos por el mundo astronómico quieran visionar algunos de los planetas que también serán visibles esa noche: Júpiter, Saturno, Venus y Marte, que con ayuda de un telescopio harán que la experiencia de la observación de la cielo nocturno junto a esos planetas y demás cuerpos celestes, sea mucho más completa.