El XIV Ciclo Malagueño de Zarzuela, tradicional cita que Teatro Lírico Andaluz desarrolla en el Teatro Cervantes, ofrecerá este domingo una velada imprescindible para los amantes del denominado género chico. De un lado, se pondrá en escena una de las zarzuelas clásicas, Agua, azucarillos y aguardiente, cuadro de la vida madrileña basado en la muy arraigada tradición de la burguesía de pasear por las calles Recoletos y el Prado, donde se ofrecía al paseante en enormes botijos los clásicos aguaduchos: un refresco con agua de Lozoya o de la fuente del Berro y, con él, un azucarillo. Esta castiza costumbre inspira a Ramos Carrión un sainete del que Chueca parte para realizar una de sus mejores partituras. Después, una gran antología, en la que recoge la esencia del género y muestra, a modo de paseo musical, sus orígenes y evolución. Un recorrido por los mejores momentos de la lírica española a través de seguidillas, coplas, pasacalles, mazurcas, romanzas... Quince números de doce títulos emblemáticos como El barbero de Sevilla, La verbena de la Paloma, El gato montés, Luisa Fernanda, La parranda o El dúo de la Africana.