Para muchos, Julia Martín representa la gran esperanza musical malagueña de los últimos años. La suya es una apuesta muy singular, urbana y moderna, una amalgama de estilos difícil de definir pero muy personal. S.U.P.E.R.R.E.A.L. es el título de su primer álbum y lo presenta este fin de semana en la Sala París 15.

Desde pequeña la malagueña mostraba su pasión por la música. Mientras pintaba, su padre, el reconocido artista Paco Aguilar, ponía muchos tipos de música de fondo y ella bailaba entretanto alrededor, imitando a Michael Jackson, por ejemplo. Luego empezó a interesarse más por la música, por interpretarla, comenzando a cantar y a tocar el piano. Por eso, se licenció en interpretación Musical por la Escuela de Arte Dramático en Málaga y, tras terminar sus estudios, marchó a Londres. Durante sus dos años en la capital inglesa conoció a Des Marks, quien acabaría convirtiéndose en su mano derecha musical.

Con una visión diferente de la música, tras su vuelta a Málaga empezó a actuar en la calle: «La calle era un escaparate para darnos a conocer y que nos llamaran de sitios». Paralelamente, participó en varias bandas interpretando grandes clásicos y en proyectos experimentando diversos estilos musicales, desde el jazz, soul, R&B hasta el pop y el hip hop, pasando por el reggae y el funky, aunque según ella son «géneros primos». Más tarde se interesó por el live looping, técnica que ha utilizado hasta la actualidad y que le permite loopear sonidos y modificar su voz: «Me gusta experimentar con mi voz, la considero un instrumento y, como tal, me gusta modificarla».

Se confiesa «bipolar» musicalmente hablando, nunca ha querido identificarse con ningún estilo en concreto; por ello, le gusta definir su música como daily music (en español, música diaria): en función de la situación, del momento y de cómo se sienta, se aproximará más a un género o a otro: «La música está viva. No me puedo etiquetar en algo concreto», nos dice Julia.

En S.U.P.E.R.R.E.A.L., compuesto íntegramente por Julia Martín, la malagueña pone su voz y gira en torno al beatbox, funky, R&B, pop, jazz y hip hop, una gran variedad de estilos pero siempre manteniendo su esencia. El primer sencillo del álbum, Fe, muestra su sonido moderno, ecléctico, comercial pero muy trabajado y aventurero. Pero hay mucho más detrás de un disco que es toda una declaración de intenciones.