Es una de las voces más personales de la actual música urbana española. El rapero canario posee no sólo un flow caliente y desacomplejado sino, sobre todo, un concepto musical fresco, dinámico, apto para casi todos los públicos, que bebe tanto del trap como del funk, el soul, el reggaeton y la salsa, entre otros géneros aparentemente dispares. Un talento capaz de colar uno de sus temas, Mucho, en una mixtape del seguidísimo DJ y productor estadounidense A-Trak pero también de protagonizar un descacharrante featuring en un canción de la malagueña La Pili (la tremenda No depilada).

Las últimas noticias de Bejo las tenemos en Parafernalio, el disco con el que ha recopilado los temas que lanzó al ciberespacio a lo largo del pasado 2018. El de Hierro va a su ritmo, lejos de los tiranos tempos tradicionales de las discográficas: «Ahora la música se consume así, de una manera más inmediata, canción a canción. Y además así consigues que el público esté pendiente, publicando canciones cada cierto tiempo para que no se olviden de ti», describió recientemente Bejo en la revista Mondosonoro. De ahí que, en su opinión, Parafernalio sea «un collage, un picoteo, un popurrí de ideas que he ido superponiendo». Es, también, «una mezcla de estilos y sonidos, resultado de probar cosas nuevas y experimentar».

Pero por encima de todo está la personalidad de Bejo, descarado y deslenguado (para muchos, una especie de Tego Calderón de nuestra escena urbana), siempre vacilón y juguetón, pero con bastantes más cosas que decir las que podría parecer en un principio. Lo demostrará en la Sala París 15.