Puede ser que en la vida de Cecilio G haya un antes y un después de su estancia en la cárcel de unos meses por un delito de amenazas. El trapero barcelonés dice sentirse ahora más feliz y «vacilón», algo que se demuestra en sus nuevos temas, que, eso sí, mantienen intacto el carisma y el magnetismo de Juan Cecilia Ruiz. Presentará su nueva etapa, junto a su inseparable DJ y productor Limabeatz, en la Sala París 15 este fin de semana.

Cecilio G es uno de los mitos de la escena urbana y trap española. Ha estado varias veces fuera de los escenarios y los estudios de grabación («Estaba hasta la polla, la ruina, la droga...», justificaba el artista), ha sufrido altibajos notables por sus problemas mentales (que le obligan a tomar una medicación estricta: los hechos que le llevaron a prisión se produjeron cuando Cecilio decidió unilateralmente dejar los fármacos) y ha atravesado fases autodestructivas. Muchos temieron incluso por su vida durante su estancia en la cárcel, pero el catalán parece haber resurgido con fuerza. «La cárcel sirve para darte cuenta de quién coño quieres ser. Si quieres seguir la vía de estar en ese cementerio viviente que es la prisión o si quieres vivir un poco a tus anchas, ganarte la vida, y, joder, estar con la gente que quieres y que te quiere», confesó en una entrevista con El Periódico nada más salir de la cárcel.

El hombre que ha transitado por la samba y el punk rock, que borró todos los temas que subió a YouTube («Fue un suicidio comercial», resumió después) y que plantea sus actuaciones entre la performance y el rap, asegura haber cambiado. «Hace dos años que estaba liándola por ahí, desgraciadamente drogado€ No quiero hacer de esto un libro de autoayuda. Va a seguir siendo Cecilio G y mi forma de pensar, que a veces se equivoca y a veces no. Pero sí que las letras van a cambiar. Me voy a seguir riendo de todo. Pero ahora quiero decir que hakuna matata, que vive y deja vivir, que no te dejes llevar por el odio. Tampoco hay que convertirse en un hippie porque hay mucho hijo de puta suelto, pero, tío, respetar al que está haciendo su vida, al que está trabajando, al que está creando y no destruyendo». Se puede comprobar en su nueva entrega, Million Dollar Baby, siete temas con pepinos como Gracias Gucci Mane, Trankimazin o el tema homónimo, reflexiones sinceras, a pleno pulmón autotuneado («Yo vengo de la mierda y le quiero cantar a los que aún siguen en ella»). Y también esta noche en la Sala París 15.