La unión del innegable talento para la comedia de Álvaro Carrero e Ignacio Nacho ha dado como resultado la obra Mi hijo es imbécil, una pieza que este sábado, 13 de abril, vivirá su estreno en el escenario de La Cochera Cabaret (20.00 horas).

Protagonizada por el propio Ignacio Nacho, Carmen Vaquero, Miguel Guardiola y Ángel Pardo, el montaje, que dirije Carrero, se centra en un primer momento en el deseo incontrolado de ser padres que tiene la pareja protagonista, Elena (Baquero) y Mario (Nacho). Pero el asunto no esta sencillo como parece, ya que Elena desea más que Mario abrazar la maternidad. A ella le gustaría ser madre lo antes posible y Mario todavía necesita un poco más de tiempo. Ese tiempo que uno necesita cuando no desea algo.

Para dejar las cosas claras, habría que confesar que Elena y Mario son una pareja en la que ella desea ser madre y él no. Esto les está llevando a una situación límite. Una situación en la que algo tiene que ocurrir para bien o para mal. Mario se refugia en su amigo Pedro (Pardo), al que le pide ayuda, consejos y una posible solución a su problema. Pedro lo tiene claro. Esto solo lo puede solucionar una persona. ¿Imaginan quién? Pues sí, su cuñado (Guardiola). ¿Por qué? «No podemos decírtelo», señalan los autores, que alegan que han elaborado «una sinopsis y que las sinopsis son resúmenes breves y generales de una cosa, especialmente de una novela, película u obra teatral». Así que animan al públoico a que acudan a verla para que puedan enterarase «bien de la historia».

Ignacio Nacho ha dejado escritas unas líneas para que los interesados puedan comprender un poco las motivaciones que les han llevado a escribir esta alocada comedia que tienen mucho que ver con los conflictos sociales que nos quitan es sueño a muchos: «¿Qué tal ha gestionado usted su instinto materno o paterno? ¿Siempre tuvo claro que quería ser padre o madre? ¿Alguna vez barajó la posibilidad de que su hijo pudiera caerle gordo/a? ¿Qué quizá la presencia de una criatura podría ser perjudicial para la relación con su pareja? En definitiva, ¿que la aparición de un nuevo miembro en la familia pudiera reportarle más penas que alegrías? Espero de corazón que si usted ha tomado la decisión de reproducirse, no se haya arrepentido. Álvaro y yo, en esta pieza, pretendemos, siempre en clave de humor, reflexionar acerca de este asunto y utilizarlo como lecho sobre el que reposan cuatro delirantes personajes. Los autores no se hacen responsables de lo que pueda suceder. No obstante, estamos escribiendo el libro de reclamaciones».