Más de diez años de carrera dan para mucho y ahora con Justicia universal han decidido abrir un nuevo ciclo. ¿Nueva filosofía pero manteniendo la misma esencia?

Desde luego. Este álbum supone un progreso importante de producción de sonido, en escritura de letras y también es el álbum de Dorian más escuchado fuera de España. Ha sido publicado en varios países, Estados Unidos incluido. Todo ello desde la independencia. Y al mismo tiempo hay una esencia en el sonido de Dorian que se mantiene con el paso del tiempo. No hemos claudicado nunca ante las modas y las leyes del mercado discográfico.

Este último trabajo ha estado en la lista de discos más vendidos. Y ello además siendo un lanzamiento 100% independiente.

Estamos particularmente orgullosos de ello. Justicia universal es un disco que hemos publicado con nuestro propio sello y que tiene distribución de una compañía indie, y con todo lleva doce semanas en la lista de ventas y debutó en el puesto número tres. Competimos, desde la independencia, con productos que están todo el día en la televisión, como Operación Triunfo.

Han llegado a definir Justicia universal como su disco más serio, reflexivo e intenso.

Creemos que la música debe ser un reflejo de lo que ocurre en la calle. La propia Justicia universal habla de asuntos que nos preocupan, como el cambio climático o la corrupción política. En otras canciones del disco hemos querido tocar asuntos como la soledad urbana, que acentúan las redes sociales, o cómo el paso del tiempo puede afectar a tu relación con tus amigos.

Para este último disco han tenido por delante prácticamente un año de trabajo. ¿Se quedaron fuera del resultado final muchas canciones?

Sí. Pero creemos que para lograr un buen disco tienes que descartar muchos temas y quedarte con los que mejor funcionan entre ellos. Un buen álbum es un todo orgánico, no una mera acumulación de canciones. Algunos temas descartados era muy buenos pero la letra no cuajó. Otros no encajaban con el sonido del disco... Hay muchos motivos por los que una canción puede quedar fuera de un álbum.

Justicia universal reúne más canciones que incluyen una crítica política y social explícita. ¿Se propusieron incluirlo a propósito, más allá de los versos a los que tienen acostumbrados a su público o salió solo?

Esa letra salió sola porque refleja aspectos del mundo actual que nos preocupan, como el ya mencionado cambio climático o el hecho de que en el mundo actual haya acabado mandando la versión más egoísta del capitalismo, que es el neoliberalismo. En el siglo XXI tenemos que ser capaces de construir un mundo más humano. Podremos conseguirlo si como ciudadanos nos levantamos del sofá y bajamos a la calle a denunciar lo que no nos gusta.

Aseguran que no suelen tener nervios antes de salir al escenario.

Los nervios no sirven para nada. Son un sentimiento inútil y paralizador que la naturaleza desarrolló en nuestra mente cuando vivíamos en las sabanas, rodeados de depredadores. Cuando sientas nervios, sacúdetelos y cámbialos por energía positiva. Estarás reemplazando una energía negativa y paralizadora por otra que es positiva y creadora.

Los festivales se han convertido en una parte muy importante de las giras que realizan. ¿Mejor compartir el escenario con otros grupos o conciertos en solitario?

Los festivales nos encantan porque como duran varios días el público entra en una especie de bucle emocional, concierto tras concierto, y esa energía casi mística uno la percibe sobre el escenario. No obstante, es en la gira de salas donde puedes hacer conciertos largos en los que desarrollas todo tu repertorio .

¿Se ha convertido Latinoamérica en su segunda casa después de tantos años viajando y del calor que reciben cada vez que van?

Desde luego, es nuestra segunda casa, ¡y es una casa muy grande! Latinoamérica nos ha enseñado mucho. América es un continente con un capital cultural y humano inabarcable. De esa fuente inagotable han salido canciones recientes de Dorian.