Para bastantes son o serán la gran banda española de rock de los últimos años. Sus directos dejan pasmados a cualquier curioso que se acerque a ver y disfrutar a estos sevillanos que tienen bien aprendidas algunas lecciones de la historia musical reciente y no tanto. Se llaman Derby Motoreta's Burrito Kachimba, dicen hacer kinkidelia y se presentan ante nosotros en la Sala La Trinchera esta misma noche.

Comúnmente conocidos como DMBK, por motivos más que obvios, el sexteto sevillano, que debutó en este ejercicio con un disco con el nombre de la banda, practican una psicodelia un tanto macarra, como si fueran el reverso oscuro de otros grupos patrios de éxito de los últimos años como Rufus T. Firefly. ¿Se imaginan al hijo que surgiría del cruce de bandas míticas del rock andaluz como Triana o Medina Azahara y de actuales practicantes de la psicodelia con mucho buzz y garage como King Gizzard and The Lizard Wizard? Pues ahí están muy cerquita estos locos de Híspalis.

La proyección meteórica de Derby Motoreta's Burrito Kachimba no es casualidad. Tras los más que curiosos nombres de Dandy Piraña (voz), Bacca (guitarra), Scott Gringo (guitarra), Soni (bajo), Máscara (sintetizador y teclados) y El Papi aka Pachuli (batería) se esconden miembros de bandas andaluzas tan celebradas últimamente como The Milkyway Express, Quentin Gas & Los Zíngaros, Furia Trinidad o JambalayaBand, entre otras.

Los que han escuchado su álbum de debut han alucinado pero si además han asistido a cualquiera de sus cada vez más numerosos y poblados conciertos, el flipe se ha multiplicado por mil: y es que aseguran los testigos que DMBK viven su música a tope y tienen una comunión real con su público. «El concierto, tal como lo entendemos nosotros, es el final de un ritual. Es donde tú ya estás encima de la pirámide, le cortas el cuello a la cabra, le sacas el corazón, la sangre salpica y todo el mundo está ahí chillando. Donde los dioses truenan y se abre el cielo. ¿Sabes lo que te digo? Todo lo del disco, los ensayos, la creación, la imagen, todo eso son los escalones de la pirámide. Por eso la peña termina conectando, porque lo que está viendo no son seis tíos tocando, ves a seis chamanes encima de una pirámide haciendo rituales», declaró Scott Gringo a Mondosonoro. Así que ya se imaginan cómo se las gastan estos señores...