Posiblemente ninguno de los que acudan al concierto de Omar Montes en la Sala París 15 irán al mismo recinto para su siguiente noche. Y es que este sábado comparecerá Toteking, rapero de raperos, para muchos, el gran rimador de nuestros tiempos, con permiso de otras luminarias como Kase.O. El sevillano cerrará la gira correspondiente a su más reciente trabajo, el superlativo Lebron. Ojo, que vendrá con invitados especiales (además de Shotta y DJ Nexxa se subirán al escenario como colaboraciones especiales: La Alta Escuela, Dheformer Galinier y Easy-S). Estarán abriendo la noche Sacro Requiem como banda invitada.

Desde su primer álbum, Música para Enfermos, Toteking ha demostrado ser un MC exigente consigo mismo, con un flow magnético y una compleja visión del mundo, lejos de los clichés raperos. «Rapear es practicar y tener cosas que decir», resume Manuel Rodríguez, nombre real del sevillano, capaz de citar a grandes filósofos, samplear a clásicos del rock duro como Black Sabbath, demostrar su enciclopédico conocimiento de la cultura hip hop y del basket y no morderse la lengua en sus diatribas contra la vida moderna (legendario es su tema Redes sociales, en el que, lo habrán adivinado, Twitter, Instagram y Facebook no salen muy bien parados).

Casi lleva 20 años en solitario, pero la carrera de Toteking no está anquilosada en la visión de lo que considera auténtico e inamovible, no se ha perdido en las arenas movedizas de las tendencias que van y vienen del hip hop. Porque Tote no está anclado en el pasado, ni mucho menos. «Me gusta mucho la música por lo que sí, estoy al día. Pero no estoy al día de manera obsesiva. Quiero decir, no estoy al día con las cosas trendy. Estoy al día dentro de un ámbito un poquito más under. No estoy al día escuchando cosas que suenan en el mundo entero que ya parecen reggaeton o que parecen pop. Yo sigo al día del rap. Estoy escuchando a Dave East, que es un tipo gordísimo de los Estados Unidos que tiene mucho hype y mucho tirón, pero no es un tipo que tenga los pelos azules y esté cantando pop: es un rapero. Yo no escucho a Lil Uzi, no escucho a Lil Yachty, no escucho a Lil Pump... No escucho a estos artistas, yo con todos mis respetos les he dado una escucha y no van por la onda que a mí me interesa. Todo eso es lo que está de tendencia, pero detrás hay un universo gigantesco en la música de peña que está haciendo cosas brutales que no necesariamente van en esa onda musical, y a todos ellos sí los sigo», aseguró recientemente en una entrevista el sevillano.

Toteking siempre ha sido un tipo, primero, honesto y, segundo, inquieto. La honestidad la demuestra en frases como ésta: «Las críticas por la comercialidad de mi tercer disco las veo comprensibles, porque yo también me hubiera criticado a mí mismo. Cuando yo era un chaval criticaba ese tipo de colaboraciones y de actitudes. O sea que entiendo perfectamente a todo el que me haya criticado con esa edad, pero no entiendo al que lo haya hecho con 30 años. Nos vamos a morir y lo que tienes que hacer es pasártelo bien mientras estés aquí y si te apetece hacer una cosa, pues la haces. Yo con 19 años era un purista de tomo y lomo, pero ahora ya no», declaró a Instituto Urbano. ¿E inquieto? A ver... ¿Cuántos raperos españoles conocen que sampleen a Cream, por ejemplo? «Yo hago letras sobre las bases que me seducen. Si la base está compuesta con dos castañuelas pero a mí me dice algo, la voy a trincar. Me da igual lo que diga la gente».

Tote sigue sentando cátedra, impartiendo magisterio desde la atalaya de su talento. Vayan allá donde coja un micrófono.