Clasificación: *** | Canadá y EEUU, 2019. Director: Robert Eggers. Guion: R. Eggers y Max Eggers. Música: MarkKorven. Fotografía: Jarin Blaschke. Intérpretes: Willem Dafoe, Robert Pattinson, Valerila Karaman. 109 minutos.

Entre el terror, la fantasía y un toque macabro se instala este cuento inquietante e infestado de imaginación que nos transporta a finales del siglo XIX a una isla perdida de Nueva Inglaterra en la que se han establecido dos fareros huyendo de una fuerte tormenta. Es un largometraje totalmente insólito que desprende unas dosis de creciente angustia que ha escrito y dirigido el director Robert Eggers y que representa su segundo largometraje tras 'La bruja. Una leyenda de Nueva Inglaterra' que rodó en 2015. Filmada en blanco y negro y con formato clásico de relato de aventuras marinas, las imágenes nos acercan a la realidad cotidiana y terrible de dos hombres, examinando sus impulsos en un complejo juego de dinámicas de poder.

Eggers la define como una experiencia oscura y atmosférica, con muchas escenas rodadas al resplandor natural de las velas. En su opinión hasta en las escenas más nebulosas y sombrías, la película arroja un haz de luz arraigado en la narración y en el propio material utilizado para su rodaje. Es más, para él la luz es un elemento muy poderoso y por algo sienten esa interacción por ella los dos protagonistas. "He elegido -añadió- deliberadamente mantener el misterio encuanto a la naturaleza de la luz. Quiero que resulte enigmática y sublime, cautivadora y aterradora".

Naturalmente este tipo de cine puede suscitar reacciones entre un sector de público, aunque también desprende unas dosis notorias de talento y de creatividad en un espacio natural en el que ni siquiera se echa a faltar una sirena que escupe el agitado y tenebroso mar. Con solo dos personajes, incorporados por dos magnificos actores, Willem Dafoe y Robert Pattinson, la lucha de poder crece y se intensifica entre los dos al mismo tiempo que la tempestad arrecia. Se conforma así la batalla física y psicológica de voluntades entre dos almas que, para el realizador y coguionista, dejan todo su ser al descubierto durante una inolvidable noche oscura. Subrayar, por último, la excelente fotografía de Jarin Blaschke, nominada a los Bafta.