Una apuesta casi suicida y al mismo tiempo atrevida y sin precedentes en el cine español que dice mucho a favor del director donostiarra Galder Gaztein-Urrutia, empeñado en sacar adelante un proyecto que impacta desde el primer fotograma y que solo adquiere su verdadero sentido cuando el tono kafkiano y ultraviolento de la cinta adquiere su verdadero sentido.

'El hoyo' fue una obra de teatro que nunca llegó a ser, firmada por David Desola y Pedro Rivero, que acabó convirtiéndose en un guion con enorme potencial para la pantalla grande. Había una opinión generalizada de que podía dar mucho de sí, pero para ello era imprescindible además trabajar mucho el guión y la realización.

Y superar los riegos y cierta desconfianza ante el hecho de que estamos ante una ópera prima. Pues bien, hay que quitarse en parte el sombrero para saludar un espectáculo alucinante y de una violencia inusitada que se introduce en un terreno que bascula entre el terror y la crueldad. De hecho, la cinta fue acogida con elogios en los diversos festivales a los que se presentaba, conquistando el Premio del Público en la sección Midnight Madness del certamen de Toronto. Recompensa en buena media justificada por la forma a impecable que demuestra al captar la atmósfera sórdida que domina los fotogramas. Pero con todo, el máximo exponente de la locura que monopoliza la trama es una especie de torre-fortaleza, que quienes se encuentran en el interior de sus más de 200 plantas definen como el «hoyo».

A sus lóbregas dependencias ha llegado un extraño individuo que se ha autoencerrado con el deseo de lograr en la misma mayor movilidad. Para ello debe de hacerse fuerte en las plantas más altas, que son las que conservan todavía los restos de unos auténticos festines, en tanto que a medida que se baja lo que resta de comida son unas repugnantes sobras. Es así como se va conformando un cuadro repugnante y siniestro que conduce a unas antesalas de la muerte marcadas por la violencia y la sangre. Una auténtica pesadilla que puede herir susceptibilidades.