Traslada a nuestros días una de las historias míticas más populares de Gran Bretaña, en concreto la del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda, y lo hace con evidente conocimiento del terreno que se pisa y dejando constancia del impacto que se produce entre la magia medieval y la aventura del tiempo actual. Había materia prima para hacer algo brillante, pero la realidad es que el director Joe Cornish, obsesionado por el tema desde su infancia, no ha satisfecho plenamente sus objetivos de dotar de vida a personajes del calibre de Arturo, Merlin y Morgana, todos ellos inmersos en la leyenda de la espada Excalibur. De ahí que las cosas no sean todo lo espectacular que se pretendía, si bien pueden interesar a un público adolescente.

Guionista de títulos como 'Ant-Man' y 'Las aventuras de Tintin', esta última para Steven Spielberg, Cornish asume por segunda vez la realización, tras su debut en 2011 con 'Attack the block', demostrando que sabe con creces lo que tiene que hacer, aunque todavía le falta la experiencia que requiere un proyecto como éste, que supone un despliegue de medios humanos y técnicos considerable. Un factor que se deja sentir en la reiteración en la segunda mitad de unos momentos bélicos que pierden la necesaria estabilidad dramática. El argumento lo pone en marcha Alex, un muchacho que pasa por terribles trances de bulling en el colegio que le llevan a unirse a otros compañeros en su anhelo de hacer realidad el mito de Excalibur. Porque Alex demuestra ser el genuino rey de su país cuando logra hacer realidad el imposible de extraer de la roca la famosa espada, una tarea en la que han fracasado todos los que le han precedido.

Metidos de lleno en el empeño de derrotar a la siniestra Morgana, Alex y sus compañeros, convertidos en caballeros, se ponen en manos del mago Merlin para preparar la estrategia contra la hechicera, que se desarrolla en el frente de combate. Toma cuerpo una dialéctica que enfrenta a seres de leyenda con colegiales de hoy en un ambiente efervescente y épico. Hay motivos para que interese y atraiga, fruto de algunos recursos humorísticos y de situaciones que llegan al límite, aunque no se logra redondear el producto.