No es un debate nuevo, pero es importante retomarlo. Muchas actrices han alzado su voz contra las medidas discriminatorias que la gran industria norteamericana del cine realiza entre hombres y mujeres de manera sistemática.

Una de las últimas intérpretes en denunciarlo fue Mila Kunis, quien relató que un conocido productor le amenazó con no volver a trabajar en Hollywood si no aparecía semidesnuda en la portada de una revista masculina que quería promocionar la película que había hecho.

Además, Kunis también explicó que tuvo que leer un email donde se rebajaba su faceta como actriz a ser simplemente 'la mujer de': "Y Mila es una mega estrella. ¡Una de las más grandes actrices en Hollywood y próximamente la mujer de Ahston (Kutcher) y mamá de un bebé!".

El séptimo arte sigue tratando a la mujer como un objeto sexual, reducida, muchas veces, a su papel de ´esposa o novia de´, o la maniquí perfecta para lucir el último modelo de un determinado diseñador. Pero, además, la discriminación llega a otros niveles como en la ocupación de los puestos de trabajo, el tipo de papeles, o el límite de edad en los que todavía se ofrecen papeles.

Falta de paridad en la industria

Uno de los datos que puso de relieve el estudio ´The Celluloid Ceiling´, es que en 2015, las mujeres representaban sólo el 19% de todos los directores, escritores, productores... de la industria del cine.

Además, teniendo en cuenta un ranking de las 250 mejores películas del año, las cifras ponían en evidencia la poca paridad que existe en la industria cinematográfica:

  • El 91% de esos films no tenían una mujer directora
  • El 82% de esos films no tenían mujeres como guionistas
  • El 52% no contaban con mujeres productoras executivas
  • El 32% no tenían ninguna mujer encargada de la producción
  • El 74% de las cintas no tenían mujeres editoras
  • El 94% de las películas no contaban con mujeres operadoras de cámara
  • Un 33% de las películas no poseía a ninguna mujer en alguno de estos roles considerados anteriormente.

La propia Nicole Kidman dijo que era necesario crear más oportunidades de trabajo para las mujeres: "Necesitamos poner cámaras en manos de mujeres para que cuenten historias y que esto les haga ganar en confianza y sentirse poderosas".

Brecha salarial: sueldos más bajos

Jennifer Lawrence y Patricia Arquette mostraron públicamente su disconformidad en el reparto salarial de Hollywood. Las listas de profesionales más rentable para la industria del cine siempre están lideradas por mujeres: cobran menos, pero sus films de mayor éxito recaudan lo mismo que los protagonizados por hombres.

Arquette fue un paso más allá y en su discurso de agradecimiento a su Oscar en 2014 puso el punto de mira sobre la discriminación: "Es el momento de que tengamos igualdad en el salario e igualdad en los derechos de la mujer en Estados Unidos".

Otras muchas intérpretes no sólo se quejan de la diferencia salarial, sino del patriarcado asentado en Hollywood. La actriz de 'American Horror Story', Jessica Lange, habló de los propios estudios: "Hollywood está dirigido desde el punto de vista masculino. Incluso si una mujer está al frente de un estudio, lo dirige desde el punto de vista masculino". Otras como Rooney Mara o Kristen Stewart critican el sobreesfuerzo que tiene que hacer una mujer para lograr el mismo estatus que un actor.

Discriminación a las actrices que han pasado la treintena

La vida laboral de una actriz norteamericana es mucho más corta que la de un actor, sobre todo en cuanto a papeles protagonistas. Mientras que ellos pueden ser el reclamo central de una película hasta los 50-55 años según las estadísticas, a las chicas dejan de lloverles las ofertas interesantes más allá de los 34 años.

Maggie Gyllenhaal, por ejemplo, fue descartada por ser demasiado mayor para interpretar a la mujer de un matrimonio: ella tenía 37 años y el protagonista 55.

Robo de ideas y tipo de papeles

Otra discriminación que denuncian las mujeres en Hollywood es el tipo de papel que se les ofrece. La última en sumarse a las críticas ha sido Emma Stone, quien denunció el robo de ideas, y acusó a algunos directores de robarle chistes improvisados de su propia cosecha para dárselos a sus compañeros de reparto masculinos.

Y más allá de la pantalla, existe toda la parafernalia de eventos, premios, promociones, entrevistas... donde el cariz de las preguntas cambia en función a su receptor. Por ejemplo, en la alfombra roja de los Oscars a las mujeres, se les suele preguntar por el origen de sus vestidos, joyas, manicura... mientras que a los hombres se les entrevista sobre sus proyectos, el éxito... Las actrices Amy Poehler y Reese Witherspoon promovieron la iniciativa #askhermore (#pregúntalemás), para que las preguntas dejaran de segregarse por sexo.

Mujer como objeto sexual

La mujer sigue utilizándose como reclamo sexual en las películas, para atraer al público o para acompañar al protagonista. La actriz Jessica Chastain denunció en 2015 que los estudios pretendían mostrar una imagen hipersexualizada de la mujer, con trajes imposibles y maquillajes iluminadores. "Si te fijas en el papel de Ripley, de Alien, es una mujer de lo más sexy", decía. "No lleva casi maquillaje y viste con camiseta y vaqueros. Lo que la hace sexy es su capacidad".

Jennifer Lawrence lo criticó de esta manera: "Estoy cansada de tratar de encontrar la forma adorable de expresar mi opinión y seguir siendo simpática". Se sobrentiende que la mujer tiene que ser amable y conformista para que Hollywood la acepte.

Ariadna Grande entró en Twitter para escribir una publicación en la que aborda el tema de la cosificación de las mujeres. El mensaje fue provocado por un incidente con un joven fan de su novio Mac Miller.

Pero no han sido solo ellas las que han hecho pública esta discriminación de género; algunos como Jamie Dornan también se han quejado del uso como "objeto sexual" de la mujer. El actor británico no tuvo ningún problema en comparar los desnudos que hace él en '50 sombras de Grey 'comparados con los de su compañera de reparto, Dakota Johnson: "Existe una mayor atracción por ver a las mujeres sin ropa y hacer de ellas un objeto sexual. No estoy de acuerdo con eso".