Charlize Theron ha estado inmersa en una película que le ha hecho experimentar un increíble cambio físico. La actriz ha engordado 22 kilos para meterse en la piel de 'Tully', una madre con tres hijos que padece obesidad. No es su primera transformación radical, ya que en 2003 también realizó algo similar para su papel en 'Monster', que le valió un Oscar.

La intérprete ha comenzado a promocionar su nueva cinta, de la que ha hablado en el programa de Ellen DeGeneres. Entre otras cosas, ha afirmado que estuvo enganchada a las patatas fritas, su "droga preferida". "Tenía una bolsa en mi coche, otra en el baño, en la cocina, en la entrada de casa?", ha explicado Theron.

En cuanto a recuperar la forma, ha asegurado que no ha sido tan sencillo como la anterior vez debido a su mayor edad. "Cuando hice 'Monster' tenía 27 años y estuve una semana sin comer y conseguí ponerme en forma", ha desvelado Theron que añade: "¡Eso ya no sucede!".

Finalmente, Theron ha confesado que la dieta llevada para el papel le ha causado "una depresión". "No estaba preparada para ver cómo esa cantidad de alimentos procesados iba a afectar a mi cuerpo", ha declarado la protagonista de 'Mad Max: Fury Road'. "Fue algo difícil de cortar porque es algo más mental que físico", ha sentenciado en el programa estadounidense.