El cineasta español Pedro Almodóvar ha confesado que intentaron abusar de él en el colegio de curas en el que estudió cuando era un niño, durante una entrevista publicada por la edición italiana de la revista 'Vanity Fair'.

"En el colegio se producían muchísimos abusos, sobre todo con los niños más pequeños. Tenía diez años y con mis coetáneos pasaba 24 horas al día. En la habitación, de noche, nos contábamos nuestras experiencias", reconoce.

Y añade: "Recuerdo al menos a 20 niños que vivían en el colegio y habían sido acosados. Lo intentaron también conmigo, pero siempre logré escapar. Había un cura en el patio que siempre me daba la mano para que se la besara. Nunca lo hice. Huía. Teníamos mucho miedo".

El director repasa aquellos recuerdos en esta entrevista, justo cuando se encuentra de promoción de su última película, 'Dolor y Gloria', de tintes autobiográficos y con la que competirá en Cannes.

Almodóvar también critica la gestión de estos casos que hizo la Iglesia por entonces: "Los rumores de los abusos traspasaron los muros del colegio y como los casos eran tan concretos y numerosos la dirección de los salesianos tuvo que intervenir", rememora.

"¿Y qué hicieron? Enviaron a los responsables de los abusos a un internado para adolescentes. Sin castigo", denuncia el director oscarizado, que ha tratado este tema en películas como "La mala educación" (2004).

En este sentido alude a la responsabilidad del Vaticano: "No se si el papa está haciendo una revolución o si no está haciendo nada. Lo que se es que no está haciendo lo suficiente, no solo contra los abusos sino acerca de la sexualidad de los curas", sostiene.

Y apuesta por el fin del celibato: "Estoy seguro de que si se aceptara el fin del celibato, el 90 por ciento de los abusos desaparecería", defiende, después de asegurar que "los hombres y mujeres tienen deseos que no pueden cortar como si fueran las ramas de un árbol".

Además, reprocha a la Iglesia el papel que concede a las mujeres: "En un momento histórico en el que el feminismo levanta la cabeza, la Iglesia sigue considerando a la monja un ser inferior sin derecho alguno", zanja.