La introducción de nuevos alimentos suele costar bastante en los niños. Es más, muchas veces es tal la resistencia que los padres se ven obligados a buscar otras fórmulas para enmascarar ciertos sabores o texturas. Éste sería el caso de la fruta y de los zumos de frutas, ¿son igual de saludables o es preferible la fruta en pieza antes que en zumo?

Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) defienden que un zumo de fruta natural, integrado en una comida, un desayuno o una merienda puede perfectamente formar parte de una dieta sana. Eso sí, subrayan que, lo que no es bueno es tomar zumos para la sed, entre horas, sean naturales o no. "Para la sed lo mejor es el agua. En cualquier caso es conveniente tener en cuenta que tiene mucho más valor nutritivo una fruta en trozos, que su zumo solamente", subraya.

En una entrevista con Infosalus, Rosaura Leis, de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, dice que en los menores es mayor el consumo de la fruta en pieza más que en zumo porque "así se obtiene más fibra y porque de esta manera se favorece la masticación de los menores".

Zumos naturales vs Zumos envasados

Además, desde la Asociación Española de Pediatría distinguen:

Zumos naturales

"Son el resultado de exprimir o licuar frutas o verduras y aportan casi todos sus nutrientes y vitaminas, excepto la fibra. Puede ser casero o industrial (se denomina zumo 100% natural). Es una buena opción para beber, pero mejor en pequeña cantidad, ya que es preferible consumir la fruta con toda su pulpa y la piel, siempre que se pueda".

Zumos envasados: Todo lo que debes saber

Fabricados a base de agua y concentrado de frutas. Están de moda. Muchas familias creen que son buenos para la alimentación de sus hijos. Sin embargo, deben saber que:

- Contienen mucha cantidad de azúcares, incluidos los que declaran no tener azúcares añadidos. Esto hace que aumente el riesgo de desarrollar caries dental y también contribuyen a ganar peso en exceso.

- No sustituyen a la fruta aunque se hagan con zumo: faltan la mayoría de las vitaminas y la fibra.

- Tras tomar un zumo, sube el azúcar en la sangre y por tanto disminuye el apetito. "Eso aumenta el riesgo de que los niños coman menos de otros alimentos que son más necesarios para su crecimiento", destaca.

- A muchos niños les producen molestias abdominales y diarrea, debido a algunos de los azúcares o edulcorantes que contienen (el sorbitol sobre todo).

- Su consumo diario parece estar asociado al aumento de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 al cabo de los años.

- Aunque algunos contienen leche, es muy poca cantidad (10%). "Los padres deben saber que el pequeño beneficio de esos 33 ml de leche del envase de 300 no compensa la gran cantidad de azúcares que llevan", advierte.

Por ello, insisten desde la AEP en que es preferible que el niño tome fruta fresca, lavada o pelada. "La fruta tiene vitaminas y fibra que resultan muy saludables".

Los zumos de frutas contribuyen a que se habituen al consumo de frutas y verduras

Por su parte, Anna Bach, nutricionista y portavoz de la iniciativa médico científica 'Zumo de Fruta, en Serio', considera que es bueno que los niños a partir del medio año de edad se acostumbren a la presencia de fruta en su dieta. "Las familias deben introducir las diferentes frutas con paciencia y perseverancia. Los niños pueden rechazar hasta nueve veces un alimento hasta aceptarlo. Y las frutas deben ser el postre habitual o una opción entre horas para los niños", subraya.

Para los niños de 2 a 5 años de edad, indica que el zumo de fruta "es una fuente importante de potasio y magnesio", a la vez que sostiene que se ha identificado un vínculo positivo entre su consumo y la ingesta recomendada de vitamina C y folato.

A partir de los dos años, si el niño no acepta adecuadamente comer de frutas, y en momentos donde es una de las únicas opciones factibles a nivel logístico, el zumo puede ser una manera de agregar los nutrientes de la fruta a su dieta o de ir introduciendo o probar las frutas y las verduras que no se comen normalmente por proximidad, o bien por temporada (los frutos rojos, frutas exóticas, verduras varias, por ejemplo).

"Tomado con moderación, y no como sustituto puede complementar al consumo de fruta de los niños. El zumo puede contribuir a incrementar de una forma sencilla, cómoda y agradable la ingesta diaria de fruta recomendada", agrega.

Finalmente, Bach resalta que los estudios demuestran que, a nivel general, las personas que beben zumo consumen más frutas y verduras, y que el zumo de fruta es un complemento, más que un sustituto, de las frutas y verduras. "Además, algunos estudios apuntan que el zumo de fruta puede ayudar a que los niños se acostumbren al consumo de frutas y verduras, lo que les puede llevar a optar por alternativas saludables a largo plazo", concluye.