El estilo de vida que llevamos hoy en día cuenta con horarios largos e imprevisibles, hace que uno de nuestros grandes aliados sea el tupper.

Sin embargo debes de tener en cuenta que en él, no se puede meter cualquier alimento. Algunos platos se estropean en el tupper de plástico. Descubre cuáles son a continuación:

Huevo crudo

El huevo crudo, o una tortilla son recetas que no deben guardarse en este tipo de recipientes. Existe un alto riesgo de que los alimentos se contaminen de bacterias como el E.coli o la salmonelosis. Sin embargo, una alternativa para su transporte es mediante un envase térmico o la utilización de hielo como forma de conserva.

Carnes previamente procesadas

En el caso de la carne, debemos tener especial cuidado con aquellas manipuladas con anterioridad. La carne picada o los filetes rebozados son claros ejemplos de esto. Al guardarse en este tipo de recipientes se estropean con mayor facilidad, a la vez que disminuyen sus propiedades y pierden su textura.

Ensaladilla rusa y aliños

La ensaladilla rusa es uno de los grandes clásicos del verano. La facilidad en su preparación hace que sea una de las recetas más habituales para transportar en un tupper. Por norma general, esta receta contiene mahonesa y, por consiguiente, es propensa a la contaminación de la bacteria de la salmonela.

Por otro lado, las hojas verdes como la lechuga o los brotes que constituyen las ensaladas no son muy compatibles con los recipientes de plástico. Especialmente cuando están aliñadas, ya que de este modo pierden su crujiente textura. Por ello, se recomienda condimentar antes de comerlas.

Sushi

El sushi se ha convertido en un alimento muy popular ya que es fácil de preparar y tiene un especial sabor debido a la diversidad de sus ingredientes. Sin embargo, el pescado es un alimento muy propenso a las bacterias. En especial el pescado crudo, donde podemos encontrar el famoso anisakis, el cual abunda en los restaurantes japoneses.

Pollo a la plancha

El pollo puede contener un número de bacterias que causan enfermedades como la campylobacter o salmonella, lo que hace a esta ave especialmente peligrosa para comer si no se cocina adecuadamente. Se trata de un alimento propenso a las intoxicaciones veraniegas, por lo que conviene dejarlo para comidas en casa.

Leche y derivados lácteos

Las comidas líquidas son una mala idea para guardar dentro de un tupper. El caso de la leche y sus derivados es aún mayor, ya que los cambios y las altas temperaturas pueden cortar el lácteo y provocar malestares estomacales.

Sopas y guisos

En este caso si es posible transportar las sopas y guisos, pero se ha de hacer con cuidado. Se debe dejar enfriar completamente antes de cerrar el recipiente, de modo que no se generará vapor y se conservarán mejor sus nutrientes y sabor. Asimismo, se reduce el riesgo de que el plástico desprenda toxinas por el calor.

Café o té

Las bebidas calientes no son muy amigas de este tipo de recipientes. Los envases de plástico es mejor llenarlos cuando el líquido se encuentre completamente frío, evitando así cualquier contaminación del plástico a la bebida. A su vez, el polvo del café, al estar en contacto con la temperatura del refrigerador puede generar humedad y producir bacterias.