Da la sensación de que después del verano ya nada será lo mismo pero lo cierto es que el otoño es también una estación perfecta para disfrutar de cientos de planes.

Aunque los días son más cortos y hace más frío, merece la pena calzarse unas botas de monte los fines de semana y salir a pasear por plena naturaleza. Los bosques nos ofrecen en esta época del año un hermoso espectáculo del que podemos hacer participes a lo más pequeños de la casa. Si el tiempo no acompaña, también podemos planear actividades en casa con los niños y disfrutar de una tarde divertida dentro del hogar. Estos son algunos de los mejores planes para hacer con niños este otoño:

Recolecta otoñal

La nueva estación trae consigo posibilidades que el verano no aporta. La recolección en el campo y el bosque de todo tipo de frutos de la naturaleza puede ser la excusa perfecta para hacer una excursión.

Botas, chubasquero y chándal en ristre, además de una buena cesta para guardar lo que se recoja, son los complementos perfectos para acudir con los peques al campo.

Setas, moras y castañas son producto de temporada con el que apender del medio natural y también disfrutar del mismo con los niños. Además, también se pueden entretener recogiendo hojas para después hacer un mural, observando a los animales o buscando piedras bonitas para coleccionar. Dependiendo del lugar, empezar con los minerales también puede ser una idea perfecta.

Eso sí, en cuanto a las setas, lo mejor es acudir con alguien que sepa o por lo menos con un libro indicativo de las especies venenosas.

Tarde de manualidades

En el caso de que el fin de semana se tuerza y la lluvia llegué para quedarse, una tarde de manualidades puede ser de lo más productiva para la familia. Muchas fiestas están por llegar, y con ellas las míticas decoraciones. Halloween o Navidad son la excusa perfecta para empezar a elaborar adornos con los más peques. Incluso se puede invitar a casa a algunos de sus amigos.

También el otoño es excusa para lanzarse manos a la obra con cola y cartulina. Se pueden elaborar collage con las hojas recogidas en el campo, decorar piedras con colores y accesorios... el mundo de las manualidades es amplio y, sobre todo, barato.

Ir de casa rural

Si la visita al campo resulta todo un éxito, alargar la cosa en un fin de semana de casa rural en familia puede ser inolvidable. Muchos de estos alojamientos tienen actividades que realizar.

Senderismo, deportes como salidas en bicicleta, tareas de granja y con animales... el otoño es el momento perfecto para entrar en contacto con la naturaleza. A los peques les encantará y, sobre todo, aprenderán de un medio que no tienen a mano en el entorno de la urbe. Todo un plan para abrir su mente e imaginación al medio rural.

Visitas divertidas

El otoño también trae consigo un montón de posibilidades en cuanto a visitas culturales y divertidas. En Halloween, parques temáticos y de atracciones de toda España se afanan en hacer eventos especiales y fiestas. Acudir un fin de semana en familia puede ser inolvidable. Museos y casa culturales de distritos y pueblos organizan talleres y cuentacuentos

Por otro lado, durante la etapa escolar, casas culturales y museos organizan teatros, cuentacuentos y diferentes actividades durante la semana para ellos. Tener en cuenta el programa cultural de tu barrio o pueblo es esencial. Los más chiquitines disfrutan de lo lindo con los cuentos teatralizados, los de mayor edad pueden acudir a musicales y teatros recomendados.

Y no olvidemos el cine. Los estrenos de animación e infantiles pueden ser el as en la manga en esos días que no sabemos que hacer.

Cocina en familia

Otra de las tareas fáciles y sin salir de casa es preparar una tarde de cocina en familia. Que los más peques aprendan a perder erl miedo a los fogones y a desenvolverse entre cacerolas y platos es algo muy positivo para su futuro.

Unas galletas, bizcocho, magdalenas... lo mejor es lanzarse al mundo de la repostería, algo que les encanta a los peques, sobre todo cuando llega el momento de hincar el diente a lo que se ha elaborado.

Si los chavales, además, son aficionados cocinillas, empezar las clases con una pizza casera también puede ser más que motivador. Quién sabe, siempre puede salir un pequeño 'Masterchef' de nuestras cocinas.