Semanas antes del estreno de 'Insatiable' en Netflix, miles de personas empezaron a rasgarse las vestiduras y a clamar por su cancelación. Se recogieron cerca de 200.000 firmas para pedir a la plataforma que no la emitiera. El motivo: se burlaba de las personas con obesidad y se metía en el charco de cuál debe ser el ideal de belleza femenino. Las personas con obesidad empiezan a estar hartas de esa vinculación en el mundo de la ficción entre gordo y fracasado y esa idea de que los protagonistas sólo conseguirán sus sueños cuando adelgacen. Los creadores de la serie pedían que se la diera una oportunidad, porque, si uno veía más allá, se daría cuenta de que, en el fondo, era una sátira sobre el estúpido culto a los cuerpos perfectos en la sociedad de hoy. Por fuera una comedia sobre el acoso, por dentro una historia con la misma moraleja que 'Por trece razones'. Mientras unos y otros se enzarzan en las redes en el debate sobre los límites del humor, al final se pierde de vista cuál es el verdadero problema: la serie es malísima y de no ser por esa polémica habría pasado sin pena ni gloria junto a otros estrenos mediocres de la plataforma. Las campañas y las firmas han atraído la atención sobre ella. Más de uno picará para verla en un mes algo pobre de estrenos televisivos y formarse su propia opinión en esta polémica.

La protagonista de la serie (la ex chica Disney Debbie Ryan) comienza siendo una joven adolescente con problemas de sobrepeso y que es acosada en el instituto. A causa de ser hospitalizada por una agresión, adelgaza y se convierte en un figurín. Desde entonces, la joven aprende a usar su belleza para lograr que los que la rodean hagan lo que ella quiera, mientras empieza a planear su venganza contra sus acosadores. Una de las maneras de consumarla será ganar un concurso de belleza, como colofón de su nueva vida tras el cambio de aspecto. Éste es el punto de partida de 'Insatiable' que, en el fondo no se limita a reírse de las personas con sobrepeso, es una burla hacia el culto a la belleza superficial. El mensaje, como se ve, no es algo tan horripilante cómo se nos quería hacer creer. La creadora de 'Insatiable', Lauren Gussis, relata que ella misma sufrió acoso escolar cuando tenía 13 años, situación que le causó trastornos alimentarios y que llegó a colocarla al borde del suicidio. El guión ha sido una manera de exorcizar sus propios demonios y de plasmar cómo ella llegó a soñar con vengarse de sus acosadores.

Hay situaciones en 'Insatiable' que rozan el absurdo. El preparador de Patty para el concurso de belleza es también su abogado, interpretado por Dallas Roberts (el hermano gay de Alicia Florrick en 'The Good Wife'). Resulta que su rival en el certamen es también fiscal (el actor es Cristopher Gorham), por lo que ambos están siempre enfrentados en todas las facetas de su vida personal. En serio, ¿es necesario esto? Todo en 'Insatiable' es una caricatura y los personajes están en permanente estado de histrionismo sin que consigan arrancar apenas una sonrisa. "Ey, estamos haciendo el payaso, ¿queréis reíros?". Unas misses muy tontas, unos chistes de gorditos, aderezado con unos toques de incorrección política para dar la imagen de ser una serie transgresora. Éste el menú, que se acaba convirtiendo en un plato indigesto porque el problema no es de lo que se burla. Es que le falta un mínimo de gracia para convertirse en esa sátira mordaz a la que aspiraba ser.

Netflix se enfrentó a una polémica similar a ésta con motivo del estreno de la película de producción propia titulada 'To the bone' ('Hasta los huesos') en la que abordaba el espinoso asunto de la anorexia y que algunos críticos tildaron de superficial y sexista. La directora del filme, Marti Noson, ha vuelto a la carga (pero esta vez ha sido recibida con aplausos) con una nueva serie para AMC (que en España ofrece Amazon). Con estos antecedentes, no es difícil adivinar la temática sólo con escuchar el título: 'Dietland' ('la Tierra de las Dietas'). Es una sátira de corte feminista sobre lo que la sociedad considera los cánones de belleza y en la que la protagonista es una persona con sobrepeso.

Joy Nash interpreta a Plum Kettle, una periodista que trabaja en una revista de moda femenina y que decide rebelarse contra el sistema que oprime a las mujeres a través de la vinculación entre éxito y belleza. Su jefa es la diva y superficial Kitty Montgomery, interpretada por Julianna Margulies en su primer gran papel desde el final de 'The Good Wife'.

Mantente guapa y serás popular. Sé gorda y serás una fracasada. Plum sabe la gran cantidad de sacrificios que debe hacer para convertirse en "una mujer follable" (sic). A través de sus citas vemos cómo se convierte en el centro de las miradas cuando aparece en un local con compañía masculina y todos automáticamente piensan que deben ser hermanos. Otros dan por hecho que al ser gorda, estará desesperada y querrá acostarse automáticamente con quien muestre un mínimo interés por ella. La disyuntiva que se le ofrece a Plum es triple: seguir como estaba; unirse a un grupo secreto que ayuda a mujeres que han abandonado el reto de conseguir el cuerpo perfecto; o bien seguir a un grupo terrorista que ataca símbolos del patriarcado. La serie pretende ser una especie de 'Club de la Lucha', pero con el mundo de los cánones de belleza y cómo se somete a las mujeres a través de ellos.

Las dos series tratan el mismo tema desde una perspectiva totalmente irónica, Pero los resultados son totalmente distintos. La verdadera moraleja es que el problema de 'Insatiable' no es el humor negro.